El analista Ignacio Iriarte analizó la situación y perspectivas de la cadena de la carne vacuna. Dijo que hay una demanda firme a nivel internacional y que a nivel local no que quiere bajar de los 45 kilos. En tanto habría una reducción de las faenas. El escenario afirmaría los precios del ganado.
En la última Jornada Granadera organizada por FIFRA y con el auspicio del IPCVA que se realizó este 26 de marzo de 2021, el licenciado Ignacio Iriarte analizó la situación y las perspectivas para la cadena de ganados y carnes deteniéndose en cada uno de sus eslabones con la pasión que le es propio y que hizo que los minutos volaran.
El analista destacó la recomposición de los precios de la hacienda vacuna en los últimos 4 años. Dijo que si bien las faenas fueron altas la facturación en términos reales fue creciendo de forma continua.
Según sus cálculos en 2017 la facturación por la faena tomando los promedios del Mercado de Liniers fue, en términos reales, en valores constantes, fue de $40.600 mientras que en 2020 alcanzó a $67.600. El incremento fue de 66%.
Dijo que ese salto no se explica desde la oferta de carne que fue alta sino desde el interés de la demanda. En tal sentido consideró que el consumo doméstico se muestra interesado en seguir adquiriendo el producto y que se resiste a bajar de los 45 kilos que promedió el abastecimiento del primer bimestre. “En los últimos años la demanda se llevó puesta a la oferta”, sostuvo.
El analista indicó que se está ante un claro ejemplo de inelasticidad de la demanda ya que ante una caída del 10% en la oferta (se pasó de los 50 kilos de promedio de 2020 y los 45 de febrero de 2021) los precios de la carne aumentaron en forma interanual 80% y en similar porcentaje subieron los valores del ganado para la faena. “Hay una clara resistencia a consumir menos carne”, indicó.
Dijo que además se afirma la demanda internacional. Si bien el mercado europeo sigue manifestando volatilidad los precios de China se vienen afirmando y en esto tiene mucho que ver el rebrote de la peste porcina africana que vuelve a generar alta mortandad en su rodeo de cerdos e incrementa las exigencias de abastecimiento en un país con 1.500 millones de personas.
La alta demanda asiática choca contra problemas de abastecimiento de los países proveedores de ese mercado. En el caso de Australia dijo que está saliendo de una seca muy importante que redujo su producción y que llevó los precios a casi 7 dólares kilo gancho lo que lo deja fuera del mercado. Pero también hay problemas de oferta en Brasil, Argentina y Uruguay, donde el alto precio del maíz empuja a la recría lo que ralentiza el proceso productivo respecto de la terminación a corral y eso se da además en un proceso de seca que hace todo más lento aún.
Para este año el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos dijo que China importará 3,1 millones de toneladas de carne vacuna. El dato fue publicado en el inicio de marzo y revisó al alza en 11% la proyección hecha en enero, pero podría haber un nuevo cálculo en poco tiempo más en función de como impacte la peste porcina en su oferta interna de carne.
El analista consideró que “el desfasaje entre oferta y demanda se va a acentuar” no sólo por el interés de la demanda interna y externa sino por otras dos cuestiones. Por un lado, los frigoríficos han realizado inversiones y se están abriendo además plantas paralizadas lo que eleva la necesidad de abastecimiento de hacienda. Por otra parte, se espera una reducción de la oferta para este año y el que viene debido al impacto del clima en las preñeces y porque se podría ingresar en un proceso de retención moderada de hacienda.
Iriarte explicó que para que eso suceda se tiene que dar la combinación de altos precios reales, que el clima juegue a favor y también apoyo institucional. En tal sentido consideró que se ve cambio en la tendencia climática que haría que las dos primeras variables incentiven a los criadores a retener hacienda luego de varios años de altas faenas de vacas y de altas faenas totales durante los últimos 4 años en los cuales se transitó una situación de liquidación moderada.
Dijo que además de haber buenos precios la cría logró recuperar rentabilidad a pesar de que muchos de sus insumos aumentaron también por encima de la inflación. En tal sentido destacó que un conjunto de 9 costos ganaderos básicos se incrementó 50% pero otros como el alambre, la urea o el maíz pegaron saltos de más de 100%.
Respecto del engorde a corral indicó que viene atravesando un proceso complicado en el cual aumentan todos los insumos como es el caso de la invernada y el maíz por encima de lo que se incrementó el precio del gordo. El ternero y el cereal tuvieron una mejora interanual de 100% mientras el gordo de 80%, todos le ganan a la inflación, pero hay un diferencial negativo entre el valor de compra de hacienda y de maíz y el de venta de ganado para la faena que hace inviable al negocio.