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El CONICET Rosario anunció inversiones en infraestructura y en proyectos de ciencia y tecnología

Durante la visita de la Sra. Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), la Dra. Ana Franchi (Investigadora Superior de la institución y Directora del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos -CEFYBO, ConicetUBA-), a la sede del Centro Científico y Tecnológico (CCT) CONICET Rosario, se anunció un plan de desarrollo e inversiones en proyectos de infraestructura, ciencia y técnica en la región.

La Dra. Franchi visitó la ciudad y la sede de la institución en Rosario, junto al Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del CONICET, Dr. Roberto Daniel Rivarola, con el fin de realizar anuncios de inversión y de las políticas internas de desarrollo para el futuro próximo. Fue recibida por las máximas autoridades del CCT: el Director Dr. Florencio E. Podestá (Profesor Titular e Investigador Principal, Director del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos -CEFOBI-), la Vicedirectora, la Dra. María Cristina Carrillo (Directora del Instituto de Fisiología Experimental (IFISE) y presidenta de la Sociedad Argentina de Investigación Clínica), y el Coordinador del CCT, Ing. Javier Martínez. Además, estuvieron presentes los Directores de las unidades ejecutoras pertenecientes al CCT de la ciudad y el Director del CCT Santa Fe, Dr. Carlos Piña.

Anuncios de importantes inversiones La Dra. Franchi anunció que destinarán más de $200 millones para la continuación de las obras de infraestructura edilicia en los nuevos edificios del Instituto de Química Rosario (IQUIR), y en el que albergará al CEFOBI y al IFISE. También se invertirá en la ampliación del predio CCT Rosario y en el nuevo edificio del IPROBYQ.

En detalle, destacó: “Hemos continuado con muchas obras que estaban interrumpidas y que, como toda construcción que queda interrumpida, han sufrido daños. Este año tuvimos aumento presupuestario, sobre todo en lo que es infraestructura y subsidios, que han sido destinados a continuar y terminar esos proyectos iniciados. Eso está en pleno proceso. Por otro lado, se están iniciando institutos nuevos, todo respondiendo a necesidades de nuestros investigadores e investigadoras, personal técnico y becaries”.

Además, la Presidente de CONICET amplió: “También estamos invirtiendo en los subsidios de investigación. Ya que hace tres años que el CONICET no convocaba a subsidios de investigación. Algo que se retomó el año pasado y este año se está renovando. Asimismo, se terminaron de pagar subsidios que venían desde 2014 y 2015 como, por ejemplo, subsidios de equipamiento que estaban suspendidos o no habían sido llevados adelante”.

Además de las obras de infraestructura, durante el corriente año habrá un importante desembolso en subsidios a la investigación (Proyectos de Investigación Plurianuales -PIPs-), en una convocatoria que luego de algunos años impone nuevamente la presencia del CONICET en la financiación de la investigación.

A esto se suman los más de $60 millones de pesos en gastos de funcionamiento para las Unidades Ejecutoras y CCT y los aproximadamente $1.000 millones de pesos destinados a estipendios de becas y salarios de investigadores, personal de apoyo y administrativos. Esta inversión es crucial para el mantenimiento de los proyectos de investigación en marcha desde hace varios años y aquellos que se generaron como respuesta a la pandemia.

En cuanto a la importancia de las inversiones en Rosario y la región, el Dr. Podestá explicó: “Las inversiones tienen una importancia muy grande, porque tenemos obras que habían sido suspendidas por falta de financiamiento desde 2015 y nuestro personal está trabajando bastante apretado. Porque, en la década anterior, habíamos crecido mucho con un gran incremento en personal, tanto en investigadores como de apoyo. Y, realmente, nos estaban quedando chicas las estructuras edilicias”.

“Con esta inversión recomenzamos, y es importante porque son unidades muy modernas y cuando nos traslademos vamos a desocupar espacios que van a poder ser modernizados y aprovechados por más investigadores. Esto revitaliza mucho el panorama de la ciencia en Rosario”.

Lo crucial: la ley de financiamiento a la ciencia

Hace algunas semanas, el Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Esto es un pedido de hace muchos años de los científicos e investigadores argentinos. Sobre el tema, la Dra. Franchi subrayó: “La ley de financiamiento de la ciencia es una bandera que la comunidad científica sostuvo durante muchísimos años. Esto lleva a que la ciencia y la tecnología sean una política pública. De ahora en adelante, vamos a tener asegurado un porcentaje del PBI que va aumentando año a año, hasta llegar al 2033 con el 1% del PBI de inversión estatal nacional. A eso se sumarán las inversiones de las provincias y las privadas.

Para nosotros es un logro importantísimo, es un antes y después en la política científica. Por supuesto, esta ley no es sólo para CONICET, sino para todos los organismos vinculados al área de ciencia y tecnología. Significa inversión salarial, de equipamiento, subsidios e infraestructura”.

El trabajo científico durante la pandemia

Luego de la imprevista situación de pandemia que tanto el país como el mundo atravesaron el año pasado, y en un contexto de extrema vulnerabilidad e incertidumbre, el CONICET nunca dejó de trabajar e investigar. Una de las primeras medidas a nivel nacional fue la creación de la Unidad Coronavirus COVID-19 en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación (MINCyT), el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), destinada a brindar respuesta a las demandas y necesidades inmediatas del Poder Ejecutivo Nacional y el Ministerio de Salud de la Nación.

Así, que se retomaron con más fuerza aquellos proyectos con los que se había comenzado, pero también se redefinieron prioridades. Pese a la situación de aislamiento, muchos investigadores e investigadoras, considerados ahora como trabajadores esenciales, pudieron, reencauzar sus esfuerzos de ciencia hacia temáticas relacionadas con la pandemia; asistidos por una fuerte inversión por parte del MINCyT y del propio CONICET.

Esto incluye investigación tanto básica como aplicada, y fue acompañado por una fuerte vinculación con la actividad privada en lo que, entre otros ejemplos, fue la fabricación de barbijos de uso social (diseñados con telas antimicrobianas). “La comunidad científica pudo responder con creces a la situación de la pandemia. Pudo correrse de sus investigaciones específicas y ponerse a trabajar para resolver problemas con diferentes herramientas.

Por ejemplo, desde el área de la biomedicina, se aportó con el desarrollo de kits diagnósticos tanto de anticuerpos como de detección, este último llegó desde Rosario. También novedosas terapéuticas, como el plasma de los infectados, los anticuerpos equinos, la ivermectina y variedad de tratamientos que no existían cuando se inició la pandemia”, destacó la Dra. Franchi.

Y añadió: “También el aporte para el desarrollo de diversos artefactos, como respiradores, máscaras y el barbijo CONICET. También tuvimos un aporte muy importante desde las ciencias sociales, para conocer como la pandemia afectaba nuestras vidas, o cómo impacta específicamente en las mujeres o en las comunidades originarias”.

Vale destacar que uno de estos kits fue desarrollado en Rosario en una empresa de base tecnológica: DetexMol S.A, radicada en la aceleradora Bio.r, en el predio del CCT Rosario. El kit desarrollado ayuda a identificar a las personas infectadas con el fin de reducir los contagios y tomar medidas preventivas con mayor rapidez. Su comercialización está a cargo de otra empresa también rosarina, Wiener Lab, que posee la capacidad para fabricarlos a gran escala y distribuirlos.

En otra línea, también se analizó el impacto del COVID-19 sobre rutinas laborales y cotidianas en países de Iberoamérica, con énfasis en las mujeres. Y se elaboraron recomendaciones de estrategias psicológicas-conductuales de afrontamiento a los efectos de la cuarentena. En cuanto a lo desarrollado en la ciudad el Dr. Podestá resaltó: “Desde Rosario se aportó desde la ciencia social que ayuda a afrontar momentos tan difíciles y desconocidos.

Porque ninguno de nosotros sabía lo que era trabajar en pandemia o criar hijos en esta situación o hacer escuela en desde el hogar. Yo me siento muy orgulloso de nuestros investigadores que inmediatamente ajustaron sus investigaciones y salieron a dar respuestas a esto. Esto es un ejemplo de la ciencia abierta, la ciencia que llega a la comunidad y le sirve a la gente.

Creemos que nuestra imagen como institución pública ha salido muy favorecida y esto no hubiera sido posible si no hubiera existido políticas públicas de apoyo a la ciencia”. El trabajo en la región y la vinculación con otros organismos de Ciencia y Tecnología Se destaca que CONICET Rosario trabaja en una alianza estratégica con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) para el desarrollo científico local.

Participando en la construcción de laboratorios que servirán de base a una nueva incubadora de empresas de gestión conjunta, que permitirá alojar proyectos de emprendedores locales y actividades de ciencia, tecnología e innovación. Dado que se construirá conjuntamente con el nuevo edificio del Instituto de Procesos Biotecnológicos (IPROBYQ), que ha dado lugar a proyectos tendientes a la creación de nuevas empresas de base tecnológica.

Durante todo 2020 ha sido permanente el trabajo conjunto en varias áreas con la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Provincia de Santa Fe, y el 2021 ha comenzado con la puesta en marcha de la elaboración de un Plan Estratégico, en el colaboran tanto el CONICET Rosario como el de Santa Fe, que definirá las claves del desarrollo tecnológico de la economía santafesina. En este sentido, el Director del CCT Santa Fe, Dr. Carlos Piña resaltó: “El trabajo con las diversas instituciones es fluido y está aumentando; tenemos líneas en común que estamos explorando en conjunto con la provincia. La situación es buena, estamos trabajando para acceder a proyectos de gran envergadura y de gran capacidad de trabajo como, por ejemplo, los proyectos interinstitucionales y el proyecto Impactar. Tenemos un montón de opciones para trabajar y muy vinculadas a resolver los problemas reales de la gente”.

En la misma línea el Dr. Podestá explicó: “Cada uno de los CCT distribuidos a lo largo del país tiene su propia impronta, en nuestro caso, por la cercanía, compartimos lo que se llama Región Centro con Santa Fe y Córdoba, Hemos estado muy activos en mantener acciones conjuntas. Comportándonos como una comunidad.

Tomamos acciones conjuntas para mejorar la capacidad de trabajo y devolver a la sociedad el esfuerzo que significa sostener todo el aparato científico. Además, estamos en contacto con los CCT de todo el país. porque la ciencia debe ser federal y debemos entender las realidades de toda la región”. Y en detalle, la Vicedirectora de CONICET Rosario, la Dra. María Cristina Carrillo resaltó: “Esta pandemia nos puso en relieve la importancia de la articulación que siempre estuvo en nuestros pensamientos y en nuestros planes.

Pero la red de investigación que se había armado en el país todavía actuaba de una manera bastante inconexa. A partir de esta situación, pudimos articularnos de una manera que no se hubiera logrado en otro contexto”. La ciencia y las políticas de género En el país y en el mundo se está desarrollando un cambio de los paradigmas. La ciencia no es la excepción y ese cambio no se puso en cambio por la pandemia. En Rosario, la Dra. Carrillo es quien impulsa la mayoría de las acciones.

“Es muy importante que la doctora Ana Franchi sea la directora de CONICET porque ella ha sido una luchadora por los derechos de las mujeres durante muchísimos años. Así que la perspectiva que se ha dado a toda la institución es para nosotros fundamental. Cuando asumimos con el doctor Podestá en la dirección de CCT Rosario lo hicimos teniendo en cuenta esa perspectiva de género. De esa manera, tratamos de que se pueda producir una ciencia con visión de género.

No sólo en cuanto al trabajo que uno hace sino también en cuanto al pensamiento de cómo lo incorporamos al funcionamiento de toda la entidad científica”, detalló. Y prosiguió describiendo las situaciones que podían verse en la comunidad científica. “Por ejemplo, durante muchísimos años se sabía cómo se produce el infarto de miocardio en el hombre y cuáles eran los síntomas. Y recién mucho tiempo después se supo cómo se producía el de la mujer”.

“Como investigadores científicos siempre hemos buscado trabajar con animales machos; debido a que los ciclos de las hembras podrían producir errores en las investigaciones. Eso lo tomábamos como algo absolutamente natural. Por eso la perspectiva de género en la investigación y en la mentalidad de toda la comunidad tiene que ser incorporada”, finalizó.