Ni granero, ni supermercado del mundo para el 2025, argentina debe ser referente en innovación agroalimentaria global.
Argentina… el país en el que solo el 50% de los gobiernos democráticos terminaron su mandato, que cambió 98 ministros de economía en los últimos 100 años, que sufrió el embate del autoritarismo de las dictaduras y la permisibilidad y corrupción de los gobiernos civiles, país cuya historia contemporánea se asemeja al cuento de ese gallego que al ver que venían miles de autos de frente, pensó que todos venían en contramano. Quizás podemos pensar que, si cambiamos de rumbo, si observamos como conducen los que van en la dirección correcta, el viaje sea más simple y lleguemos muy lejos Sin embargo, el vaso medio vacío puede también verse medio lleno. Argentina es el mismo país que en el pasado al mando del General Jose de San Martín, en una epopeya sin igual, lideró la independencia sudamericana. El mismo país que en los años 30 y 40 abasteció de alimentos a la vieja Europa diezmada por la guerra, que también cobijó a cientos de miles de inmigrantes que colocaron a la Argentina del trigo y de la carne, como referente mundial agrícola ganadero, validando el título de Granero del Mundo. Se pudo pasar de ser un país desconocido, en algún lugar del globo, a estar ubicados entre las 10 primeras potencias mundiales. Logros que, como la gesta de San Martín, tuvieron como bandera: patriotismo, convicción y liderazgo. La historia siempre se repite, los vaivenes económicos y políticos, son difíciles de evitar. Asimismo, en las últimas décadas, nuestro país alejo la sombra de los golpes militares, la democracia se consolidó como única forma de gobierno aceptada por su pueblo, y aunque el sistema democrático tiene una deuda pendiente con la sociedad, indefectiblemente deberá saldarla y acompañar a las naciones que van en la dirección correcta. Se puede pasar de ser un país aislado del mundo como lo fuimos hasta ahora, creyéndonos “víctimas” de males ajenos, a volver a ser “protagonistas” de una de las transformaciones más extraordinarias de la historia, fenómeno que se producirá de la mano de la ciencia, la tecnología y la innovación. Argentina seguirá siendo actor fundamental en la producción de granos, continuará siendo el mayor productor de aceite de soja, aumentará la producción de carne vacuna, agregará mayor valor a la producción primaria. Sin duda seguirá siendo un jugador muy importante en el contexto mundial. Pero la gran evolución vendrá de la mano de la ciencia, la tecnología, la genética, y la innovación en la producción de agro alimentos y energía. Fenómeno que colocará a la argentina, como protagonista excluyente en el escenario mundial. De hecho, ya debería serlo si no fuese por ir tan caprichosamente a contramano, el encierro de los últimos años, o la soberbia y omnipotencia de los gobiernos; todos los cuales evitaron la consolidación de nuestro país en el escenario mundial. Asimismo, el vaso medio lleno, lo indica la revolución agrícola que provocó la siembra directa, que redujo a un 30% el costo de producir cada TT de alimento, que, aunque desconocida en el mundo, hoy ocupa el 90% de la superficie nacional, el desarrollo de semillas resistentes a sequía, a salinidad, que hará que se siembre y coseche soja en regiones inimaginables. El aporte de la innovación industrial como los es la utilización de nuevos materiales como la fibra de carbono en la industria agraria, claro ejemplo, los botalones para pulverizadoras, inventados por King Agro en la ciudad de Campana (Buenos Aires), movilizando nada menos que a la gigante norteamericana John Deere. Quizás haya que hacer correcciones culturales y periodísticas en la sociedad, comenzando con la comunicación doméstica. Quizás debería replantearse cuál es la política comunicacional de nuestro país hacia el mundo. Quizás sea el tiempo de que los científicos, creadores, inventores, productores, tengan más espacio en los medios. Puede que sea el tiempo de que nos demos cuenta del potencial de nuestro país, que somos capaces de cambiar el mundo, podemos hacerlo. El volumen de agro alimentos que argentina aporta al mundo, sea como granero o como supermercado, suma, y obviamente tiene extraordinaria importancia en el escenario global. Sin embargo, hemos demostrado que somos capaces de innovar, y la INNOVACION no suma… MULTIPLICA.
Autor: Roberto Guercetti Presidente/Conecar