GANADERIA

“Los Aromos”, la “hotelería de hacienda” que le pone música clásica a los animales

Con casi 35 años de historia, el feedlot de la familia Bonetto fue uno de los primeros en el país. En la actualidad tiene capacidad para atender a 12 mil cabezas de manera simultánea. Las instalaciones de última generación apuntan al bienestar animal y producir carne de alta calidad.

A muy pocos meses de la fundación de Cafferata, ocurrida el 15 de marzo de 1889, se instaló en el incipiente poblado la familia Bonetto.

Quien sembró la semilla de la familia en el sur santafesino fue Doménico, bisabuelo de Carlos Alberto Bonetto, que en la actualidad lidera uno de los feedlots más grandes del centro del país: “Los Aromos”.

Doménico llegó a esta zona recién casado con Magdalena Novena, y se instalaron en lo que hoy es el caserío del feedlot. En Cafferata tuvieron cinco hijos, uno de ellos José (abuelo de Carlos), tuvo dos hijos, Hilda y Omar (padre del empresario feedlotero), quien con Celina tuvieron dos descendientes, Ana Esther y Carlos Alberto.

Del campo del abuelo tenían que vivir dos familias en tiempos en que la rentabilidad no era buena. En ese marco, Carlos se fue a trabajar afuera, pero siempre tuvo interés en el tema y en incursionar en actividades intensivas: “En esta búsqueda con varios socios experimenté en otros campos con espárragos, y no nos fue bien. Después probé con otro socio con un criadero de pollos parrilleros, que fue un emprendimiento que funcionó un par de años y luego lo vendimos, y luego con un grupo generamos un criadero de cerdos, a través de un convenio con el INTA Pergamino”.

Bonetto instaló un pequeño criadero porcino en el campo familiar de Cafferata, pero luego de un tiempo decidió abandonarlo “porque no lo veía transparente, no era predecible y no lo veía claro”.

Nacimiento de Los Aromos

En 1988, un siglo después de la llegada de Doménico a Cafferata, su bisnieto decidió comenzar a investigar las propiedades del engorde bovino con ración, y en 1989 empezó a trabajar con hacienda propia, dando inicio al feedlot “Los Aromos”.

“Engordé hacienda propia durante dos años hasta que llegué a una cantidad de 500 cabezas, y comencé a recibir consultas para hacer hotelería, es decir para brindar servicio de engorde a otros tenedores de hacienda, describió Bonetto.

Teniendo en cuenta que era una de las primeras experiencias de engorde a corral en Argentina y estudiando los modelos internacionales, el empresario decidió “tecnificar incorporando la última tecnología en feedlot. Entonces vendí mis 500 animales y compré toda la maquinaria necesaria para engordar hacienda de manera eficiente”.

Desde ese momento, Los Aromos se dedicó a la “hotelería de hacienda”, y en los tiempos más duros de la economía nacional “preparábamos vaquillonas de tambo, que recriábamos, se las preñaba en el establecimiento, se les hacía todo el control sanitario y se las devolvía con seis meses de preñez. También durante un tiempo preparamos toros y vaquillonas Brangus para algunas cabañas”.

Esta permanente inversión y crecimiento, llevó a Los Aromos a contar en la actualidad con una capacidad instalada para engordar hasta 12 mil cabezas de manera simultánea.

En lo que se refiere al trabajo de Los Aromos, Bonetto precisó que “engordamos alrededor de un 20% de animales para consumo interno, que van mayormente para ser vendidos en el Mercado de Cañuelas, y el otro 80% se destina a hacienda de exportación. Son novillos y vaquillonas que entran al establecimiento recriados y salen con destino a la exportación, a Chile, Europa, China, Israel, Marruecos, entre otros países”.

Los Aromos

En la actualidad trabajan de manera directa en el feedlot de los Bonetto 27 personas, y el emprendimiento tuvo un gran impacto en una localidad de alrededor de 1500 habitantes.

El emprendimiento incluye tres unidades habitacionales construidas recientemente, con tres dormitorios, cocina, baño, lavadero, living y galería, donde viven tres matrimonios con sus hijos.

Los Aromos también cuenta con ocho departamentos habitados por el personal soltero o en pareja, y también hay uno de estos espacios ocupado por una pareja con hijos.

Otra de las incorporaciones de este año fue el de dos mujeres en el manejo de los animales, y por el buen desempeño logrado seguirán sumando personal femenino en breve.

El emprendimiento además cuenta con personal no directo, como dos trabajadores que se dedican al movimiento de tierra, seis alambradores de Venado Tuerto y otros cuatro de Cafferata, a lo que se suma todo el servicio de transporte.

“El movimiento en la actualidad es del orden de los 300 camiones por mes que ingresan o salen de Los Aromos con hacienda o con insumos”, precisó Bonetto.

Forma de trabajo

En lo que se refiere a los planes sanitarios, el feedlotero apuntó que “lo que buscamos es el bienestar animal, la mayor comodidad, de manera que el establecimiento en verano está con media sombra en todos los corrales. Esta experiencia fue muy positiva en los últimos cuatro años, porque nosotros veníamos midiendo el tema del cambio climático, y llegamos a la conclusión hace cinco años que esto era una necesidad y fuimos incorporando este sistema, y este verano tuvimos el 100% de los corrales cubiertos”.

Otra innovación de Los Aromos es el uso de música clásica en el engorde, “a simple vista la respuesta de los animales es muy buena, y ahora tenemos que ver si en lo productivo eso también se manifiesta de manera positiva”, destacó Bonetto.

El promedio anual de engorde en el establecimiento de Cafferata ronda las 30 mil cabezas, y prevén llegar a marzo del año próximo con una capacidad de atención de entre 14 mil y 15 mil reses en forma simultánea, “con lo cual vamos a tener capacidad para estar produciendo alrededor de 40 mil cabezas anuales”, agregó el empresario.

Conciencia ambiental 

Conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente, en Los Aromos también se está trabajando en un plan de forestación que ya lleva plantados 400 árboles, y durante 2024 se colocaron otros 140.

“La idea es rodear todo el establecimiento con árboles para contribuir con la naturaleza y el medio ambiente a través de la forestación, que es algo de lo que estamos totalmente convencidos”, subrayó Bonetto.

Por otra parte, toda el agua de lluvia que cae sobre los corrales es concentrada a través de canales colectores que confluyen en cavas de sedimentación, y llevan un control constante de las napas freáticas, para contar en forma permanente con cantidad de agua de calidad en los bebederos.

Cabe destacar que cada animal consume entre 60 y 80 litros, dependiendo del período del año, con lo cual el consumo diario es muy importante.

Si bien el servicio eléctrico es provisto por la Empresa Provincial de Energía (EPE), el establecimiento cuenta con dos grupos electrógenos propios, que se ponen en acción a los 15 segundos de que se produzca un corte del servicio o se detecten problemas en la tensión.

Toda esta inversión en tecnología va acompañada de capacitación permanente para el personal en Buenas Prácticas Agrícolas, para lo cual ya asistió en cuatro oportunidades al establecimiento y a Cafferata el Ing. Agr. Miguel Giménez Zapiola, especialista en manejo de animales.

“Somos muy optimistas sobre el futuro del engorde a corral y de la Argentina exportando carne vacuna de calidad. Tenemos mercados de excelencia y debemos trabajar esos nichos y seguir produciendo bienes de alta calidad que el mundo requiere, y que permitirán aumentar la balanza comercial del país, trayendo los dólares que tanta falta nos hacen en este y en todo momento. Necesitamos tener un país fuerte en cuanto a su balanza comercial y sus saldos, porque eso indudablemente podrá derramar hacia el resto de los habitantes brindando mayor tranquilidad, seguridad y bienestar”, concluyó Bonetto.

Por Pablo Salinas