A lo largo de los últimos años, la ganadería argentina fue recuperando sus niveles normales, en un contexto global donde las proteínas de origen animal escasean y son a la vez más demandadas. Argentina se encuentra en el lugar indicado en el momento justo. Sin embargo, eso no significa que tengamos la capacidad completa para poder estar a la altura de las circunstancias. En este sentido, diversos analistas ganaderos mencionan que debido a la falta de stock, nos encontramos ante una faltante para poder cubrir toda la demanda que recibimos desde el exterior principalmente.
Se trata de convertir la debilidad en fortaleza y las amenazas en una fortaleza. La ganadería tiene amplio margen de crecimiento, y mejorar la productividad es clave. Para esto, las acciones de todos los involucrados deben ir en el mismo sentido, tanto sector privado como el público. Políticas que favorezcan el aumento de tasa de extracción, la faena de animales pesados, la producción de más terneros, la planificación de cultivos, de forrajes, de pasturas, etc. deben ser fomentadas. El actual gobierno trabajó arduamente para conseguir la apertura de mercados y los resultados están a la vista. La certidumbre generada desde sus inicios, fue conduciendo a poder concretar la firma del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, que llevaba más de 20 años de estancamiento. Todas son señales que indican la conformidad con la línea política llevada adelante por el gobierno de Cambiemos.
La transferencia de conocimientos al productor, es otro gran tema donde se debe trabajar en conjunto. La ganadería de precisión existe y está siendo mejorada día a día. Pero su implementación requiere de inversión y conocimiento. Es fundamental esto para poder aumentar la eficiencia productiva, en el contexto que antes mencionamos, donde debemos hacer más con menos, y donde el cuidado del medio ambiente es central. Los nuevos consumidores valoran, exigen y eligen los productos en base a toda la huella que dejó detrás y analizando los conceptos que se ponen en juego.
Hoy en día, el concepto de ganadería viene acompañado de conceptos a los que antes no se la asociaba directamente. Innovación, investigación y desarrollo, ciencia y tecnología, internet de las cosas, entre otros. Todo bajo el paraguas de la trazabilidad y las certificaciones, clave para poder respaldar todo el proceso y demostrar cómo se hacen las cosas.
Es importante resaltar, que nada de esto se puede llevar adelante sin la consciencia que todos los actores debemos tomar. Y entender que somos responsables no solo de la alimentación de nuestro país sino del mundo. Y de lograr cubrir esa demanda respetando y cuidando el Medio Ambiente. Es un desafío que entre todos podemos afrontar, es necesario tener la visión, la voluntad, y trabajar en consecuencia.
Roberto Guercetti
CEO CONECAR