Desde Compo Expert recomiendan estar muy atentos a los déficits de zinc para lograr mejoras en los niveles productivos.
Ing. Agr. Francisco Martellotto
La campaña fina ya está en cuenta regresiva: en las próximas semanas comenzarán a circular las sembradoras que implantarán las primeras semillas de trigo de una campaña que, por razones climáticas y económicas, pinta para continuar con la senda alcista que ha transitado en los últimos años.
Para sacarle el máximo jugo posible a este cultivo, el Ingeniero Agrónomo Francisco Martellotto, representante de la cuenta de Compo Expert para la firma Héctor A. Bertone (HAB) de Villa María, asegura que es clave pensar la estrategia agronómica desde la presiembra.
La primera recomendación en ese sentido es el “curado” de la semilla con Nutriseed Zn Flo, un producto que aporta zinc y aporta una alta respuesta en rendimiento.
“En invierno, por las bajas temperaturas y las escasas lluvias, hay menos mineralización y los cultivos arrancan más despacio, el proceso de enraizamiento es más lento. Con Nutriseed Zn Flo se logra un arranque de cultivo espectacular”, remarca Martellotto.
Técnicamente, esto significa un mejor crecimiento de las raíces gracias a una mayor exploración del suelo en la búsqueda de agua, lo que a la larga promueve un mejor crecimiento aéreo de la planta y también la fortalece para resistir situaciones de estrés.
“Si hay algún problema climático, la diferencia va a ser notoria. Se logra una mejora del ocho por ciento en los rindes en relación a lotes con deficiencia de zinc. Significa entre 250 y 300 kilos por hectárea más, sólo por curar la semilla”, remarca el asesor.
Para el Ing. Agrónomo Francisco Martellotto, un aspecto clave es que la deficiencia de este mineral en los suelos es cada vez más grande, sobre todo en algunas zonas como el centro de Córdoba. “Antes teníamos que identificar los lotes deficitarios; ahora el 80 por ciento tienen ese problema”, asegura.
En este marco, también destaca que al ser un producto muy concentrado, basta con entre 250 y 300 centímetros cúbicos cada 100 kilos de semillas para que tenga eficacia. Además, es compatible con cualquier otro fitosanitario a la hora de ser mezclado en el caldo.
En la hoja
Para el resto del ciclo del cultivo, la propuesta de Compo Expert es continuar con el arrancador Easy Start, un micro granulado con una formulación 10-48- de nitrógeno y fósforo, que también aporta azufre y zinc.
Luego, en macollaje sumar una aplicación de entre dos y cuatro kilos por hectárea de Basfoliar Trigo, un producto NPK más microelementos, perfectamente balanceada para la necesidad del cultivo.
En zonas trigueras en las que se buscan altos rindes y buenos niveles de proteína, repetir una aplicación de Basfoliar en hoja bandera, de entre dos y ocho kilos por hectárea.
Y ante situaciones de estrés, incorporar el bioestimulante Basfoliar Aktiv, elaborado en base del alga Ecklonia máxima elegida por su contenido de auxinas y citocininas más fosfitos de potasio promotor de fitoalexinas (defensas naturales de las plantas) de reconocida acción preventiva de enfermedades principalmente del género Oomycetes.
Según Martellotto, la red de ensayos de Compo Expert ha determinado que la fertilización con Basfoliar en macollaje y hoja bandera mejora los rindes en 380 kilos por hectárea.
“En conclusión, si uno suma zinc en la semilla, más el arrancador en el suelo y las aplicaciones foliares, se puede obtener hasta 600 kilos más por hectárea que en un lote sin tratamiento, y protegiendo además la calidad, por los niveles de proteína”, resume Martellotto.