La primera edición de Agro Management puso el foco en los cambios de paradigmas que están ocurriendo en el campo y la agroindustria, en el medio de las demandas de producir más alimentos, pero con menos impacto ambiental.
Con una población mundial que para 2030 bordeará las 9.000 millones de personas y para 2050 se acercará a las 10.000 millones, el desafío a nivel global es cómo cubrir las demandas alimentarias de países cada vez más grandes. Y Argentina es protagonista en este contexto, teniendo en cuenta que es uno de los principales países productores de alimentos del Planeta. Pero hay un desafío adicional: lograr este crecimiento productivo, pero de una manera sustentable, con un menor impacto ambiental; lo que requiere la incorporación de más tecnología e innovación para ser más eficientes y poder lograr mayores rendimientos por hectárea. Por este motivo, fueron tópicos que se abordaron en profundidad durante la primera edición de Agro Management, el evento organizado por Infocampo y La Rural SA en el predio de La Rural de Palermo, y que ya tiene su segunda edición confirmada para el 5 de noviembre de 2025. Más de 300 hombres y mujeres vinculados a los agronegocios escucharon a varios paneles de expertos que abordaron estos desafíos que marcan el presente y futuro del sector, en el marco de la irrupción de la inteligencia artificial como un factor clave para poder llevarlos adelante.
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Precisamente, “¿Cómo nos imaginamos la inteligencia artificial en el agro?” fue la consigna con de uno de los paneles, en el que participaron Roberto Bunge, director de Ingeniería en IA de la Universidad de San Andrés como moderador; Pedro Hales, líder del Grupo RIA; y Nicolás Otamendi, CEO de EIWA. Uno de los focos que se habló fue el rápido avance que están teniendo estas innovaciones y las dificultades para transformar los grandes volúmenes de datos en información útil para la toma de decisiones. “La realidad es que la generación de datos es creciente, permanentemente, y cuantas más tecnologías metemos en la cadena se generan mayores datos y eso de alguna forma puede abrumar un poco al que tiene que tomar decisiones”, señaló Hales. “Si por ejemplo tenemos excelentes datos de maquinaria, pero que no se hablan con los datos económicos, porque no se hablan con los datos agronómicos de campo, no estamos generando valor a través de los datos”, sintetizó. Por su parte, Otamendi consideró como una falencia que existen empresas hoy en día con desarrollos más que importantes en recolección de datos, pero que los mismos no siempre son integrados con otras empresas semejantes para generar ámbitos de co-creación. “Si uno quiere hacer un análisis por ejemplo productivo por ambiente o por lote, y tomar los datos de rendimiento del sistema económico y de la variedad para conectarlo con esa información geoespacial, muchas veces no está integrado y haciendo que esos datos puedan hablar entre ellos”, señaló. Y sostuvo que “esa integración es agarrar el sistema de gestión económica y conectarse a ese sistema, poder extraer datos de manera masiva y potencialmente volver a inyectar datos también de manera masiva en ese sistema”.
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En este marco, para que el salto tecnológico pueda darse, el agro argentino tiene otro problema que resolver: la falta de conectividad. Por eso, fue otro de los temas tratados en Agro Management, en el panel “Conectividad y digitalización en la era 5G: ¿Qué es lo que viene?”, liderado por el experto de la Universidad Austral, Juan Pablo Cosentino; junto a Tomás Liceda Rosasco, de Telecom; y Luciano Sambataro, de CACTA. Según Cosentino, un problema es que las empresas de telecomunicaciones recién ahora están modificando la lógica tradicional del negocio relacionada a que, donde no hay gente, no es rentable llevar el servicio de Internet. “Con el paso del tiempo y conforme se ha ido tecnificando el agro y la ruralidad, la necesidad de conectividad para incorporar tecnología a los procesos de la cadena agroindustrial ha pasado a ser un activo necesario y fundamental. Entonces, lo que ocurre es que el modelo tradicional de despliegue basado en cantidad de personas queda obsoleto, de cara a una ruralidad despoblada, pero altamente productiva que requiere tecnología para crecer aún más”, enfatizó Cosentino. Y amplió: “Esa mirada de crecimiento que requiere incorporación de tecnología plantea escenarios nuevos, sobre cómo lograr estos despliegues en conectividad con lógicas vinculadas a estas necesidades”. Para Cosentino, lograr ese objetivo de ser más eficientes, de sacarle más jugo a cada hectárea, puede hacerse “en tiempo real”, viendo sensores minuto a minuto, pero para eso la conectividad es más que fundamental.
Por último, en materia de sustentabilidad, el foco en Agro Management no solo estuvo puesto en cómo incorporar más y mejor tecnología, para producir más y mejor con menor impacto ambiental, sino que en ese camino se presentaron casos de empresas que están trabajando en proyectos relacionados a los mercados de carbono. “Capturando carbono y generando oportunidades: soluciones basadas en la naturaleza, ¿cómo podemos generar más impacto?”, fue el título de otro panel en el que Sebastián Fragni, cofundador de The Carbon Sink; y Matías Dutto, managing director de Nativas, hablaron sobre el potencial de Argentina de ser líder en los mercados de carbono, a través de proyectos de forestación y por sus ventajas naturales para generar biomasa. |