Desde Albor destacan el impacto que tiene en las empresas agropecuarias la incorporación de herramientas de gestión de la información y recalcan que estos sistemas son accesibles para toda empresa agropecuaria a diferentes escalas
Buenos Aires, octubre de 2019. En Argentina, la incorporación de nuevas tecnologías en los establecimientos productivos está avanzando. Este proceso requiere en parte, un cambio de paradigma interno de las empresas agropecuarias, y un modelo organizacional con foco en los procesos que busque la eficiencia, productividad y rentabilidad de las actividades.
Actualmente el productor cuenta con diversas herramientas que le permiten hacer más eficiente y sustentable sus planteos productivos. Una de ellas es albor Campo, el software de gestión de Albor, que ayuda a la toma de decisiones y reducción de riesgos para los productores, asesores y administraciones que desarrollen actividades de agricultura, ganadería, tambo, y explotación forestal. Es una solución que integra todas las operaciones productivas, contables y financieras en una única plataforma de gestión.
“Albor es hoy una empresa posicionada fuertemente en Argentina y en varios países de la región. Nuestro software está diagramado para ayudar fundamentalmente a la gestión del productor agropecuario, en la recopilación de datos, análisis y manejo de la información, y gestión del conocimiento”, comentó Gabriel Pane, especialista de producto de la empresa.
Al respecto destacó que “empresas como las nuestras tienen en sus espaldas una gran cantidad de clientes y lo más importante es el conocimiento que adquirimos como compañía de software de la experiencia de más de 1.000 clientes, que nos enseñan a trabajar y nos permite recopilar en nuestro sistema de gestión las buenas y mejores prácticas del mercado. El gran capital nuestro es el aprendizaje que hacemos con nuestros clientes”.
Respecto de cómo se inicia la implementación de un sistema de gestión en una empresa agropecuaria, Pane precisó que “deben tenerse en cuenta tres cosas muy importantes: que el sistema se adecue a las necesidades de la empresa, definir ciertos procesos de trabajo en la gestión del cambio y entender la estructura de la empresa. No existe una gran complejidad asociada a manejar un sistema como albor, siendo particularmente esencial tener reglas claras a escala de la empresa: una más grande tendrá procesos más complejos y una chica, procesos mucho más simplificados”.
Sobre el prejuicio de muchos productores chicos que suponen que estos sistemas de gestión son sólo alcanzables por sus colegas más grandes, Pane comentó que es clave definir procesos simples y sencillos para empresas de esa envergadura, para que simplifiquen la tarea. “Por eso es clave el proceso inicial, donde la empresa nos conoce y nosotros tenemos que conocer cómo funciona la empresa, para así poder implementar procesos acordes a ella”, concluyó el especialista.
Caso de éxito
Manuel Veronesi es usuario de albor Campo. Es coordinador general de Agropecuaria Sur S.A. empresa de Gualeguaychú, Entre Ríos, y administra 22.000 hectáreas de agricultura en campo arrendado, produciendo trigo, soja, maíz y arroz.
“Cambiaron muchas cosas. Con la información dispersa que había en planillas de Excel sólo teníamos el margen bruto de cada campo al final de la campaña. Ahora, vemos al momento cómo van siendo nuestros costos, la situación patrimonial de la empresa y cómo evoluciona nuestro stock de granos en cada depósito”, comentó Veronesi.
Además, explicó que también se modificó la forma de trabajar de su empresa. “Antes todos hacíamos todo más o menos, el software nos permitió organizarnos: hoy cada integrante del equipo tiene definido su rol. También cambió la forma de trabajo, en el sentido que cada persona tiene que trabajar con más conciencia al cargar la información, para que luego la gerencia pueda tomar correctamente las decisiones”.