La Sociedad Rural de Rosario solicita a las próximas autoridades “que tomen conciencia de los momentos que vive la actividad y establezcan la existencia de reglas claras y previsibles”.
Ante la inminente asunción de nuevas autoridades en el gobierno nacional, la Sociedad Rural de Rosario observa con preocupación versiones que circulan en los medios sobre medidas económicas a adoptarse y que considera inapropiadas en estos momentos de recesión, inflación descontrolada y crisis social.
Una de ellas consiste en aumentar la presión impositiva sobre el agro, con un incremento en los derechos de exportación sobre la soja la que actualmente ronda el 25 % y el trigo y el maíz estipulados en el 6% cada uno de ellos.
Esta práctica ha sido aplicada por sucesivos gobiernos, con una mayor incidencia en el período que va desde los años 2003 al 2015. La consecuencia ha sido la concentración de la producción de la soja por ser este el cultivo de más bajo costo de implantación.
Ha quedado demostrado que en la medida que se disminuye la presión impositiva aumenta la producción del sector y por ende genera mayor ingreso de divisas. Si se analizan las producciones de las campañas 2014-15, 102 millones de toneladas comparadas con las últimas 4 se verá un fuerte incremento, ya que ascendieron a 127 millones en el período 2018/19.
En la actualidad, los márgenes de la producción son pequeños debido también a la baja internacional de los precios de los granos y también a la carga impositiva que es mayor que la de cualquier otra actividad ya que incluyen impuesto a las ganancias a nivel nacional, impuesto inmobiliario a nivel provincial, tasa por hectárea a nivel comunal, así como ingresos brutos en insumos, el IVA del 10.5% sobre las ventas contra un 21% sobre las compras. En resumen una carga total que se aproxima al 70%. A esto debe agregarse inexistencia de créditos, incremento en los precios de insumos, aumentos de costos de mano de obra y en los gastos de comercialización y en algunos casos el pago del arrendamiento.
La otra medida plantea un dólar diferencial más bajo lo que implicaría un equivalente en pesos menor para el productor transformándose en un impuesto encubierto.
El mayor dinamizador inmediato de la economía es la producción que aporta el campo. Incrementar impuestos afectará al comercio de insumos, servicios, fletes, maquinarias, puestos de trabajo, elementos movilizados por la actividad productiva.
Por todo lo expresado es que la Sociedad Rural de Rosario solicita a las próximas autoridades que tomen conciencia de los momentos que vive la actividad y establezcan la existencia de reglas claras y previsibles para incrementar la producción, sostener la inversión y procurar mayor ingreso de divisas.