MERCADOS

La producción mundial de harinas oleaginosas podría llegar a un nivel récord en la actual campaña

JULIO CALZADA – FRANCO RAMSEYER
Según las estimaciones de Oil World, la producción mundial de harinas oleaginosas podría alcanzar un récord en la actual campaña 2018/2019 con 359 millones de toneladas (Mt). Lo mismo sucedería con la producción mundial de harina de soja. La hoja de balance mundial de las harinas oleaginosas estaría mostrando un crecimiento del consumo algo superior al de la producción y caería la relación “stock final/consumo”, lo cual daría firmeza a los precios beneficiando a Argentina. En lo que va del 2018, la Guerra Comercial EE.UU.-China deprimió los del poroto, pero la gran sequía en nuestro país dio cierto sostén a la harina. Gran volatilidad de precios en Chicago.
Indicador N°1: La producción mundial de harinas oleaginosas podría alcanzar un récord en la actual campaña 2018/2019 con 359 millones de toneladas (Mt) 
En la presente nota procedimos a analizar el mercado mundial de harinas oleaginosas integrado por los siguientes productos: harina de soja, de colza, de girasol, de algodón, de almendra de palma, de maní, de pescado y otras de menor relevancia. En el Cuadro N° 1 se expone la producción mundial de harinas oleaginosas y su desagregación por producto, de acuerdo a las previsiones de Oil World actualizadas en septiembre para la campaña 2018/2019.
Se observa que la producción mundial de harinas oleaginosas -medida en toneladas- podría registrar un aumento del 1,5% respecto de la campaña anterior, con la posibilidad cierta de alcanzar un récord histórico con 359 millones de toneladas.
Respecto de la campaña 2015/16, tres años atrás, se estima que podría darse un aumento de 32 Mt al pasar de 326 Mt a 359 Mt esperadas en el ciclo 2018/2019. En términos absolutos, este incremento se ve explicado principalmente por la mayor producción de harina de soja, que en dicho período aumentaría 21,27 Mt. Las estadísticas marcan que en el ciclo actual habría un 10 % más de toneladas de harinas oleaginosas que hace 3 años atrás.
Llamativamente, la participación de la harina de soja en el total de harinas oleaginosas se mantiene constante en las últimas 4 campañas comerciales, representando aproximadamente el 66% del total. Es la harina oleaginosa más importante a nivel mundial.
Indicador N°2: La producción mundial de harina de soja también podría alcanzar un récord en la actual campaña 2018/2019 con 236 millones de toneladas (Mt) 
Mirando el producto estrella de la balanza comercial argentina, la harina de soja, la producción mundial de este bien –medido en toneladas- podría registrar un aumento del 1,3% respecto de la campaña anterior, llegando a 236 millones de toneladas, otro récord histórico a nivel internacional.
La producción mundial de harina de soja mostraría en la campaña 2018/2019 unas 21 Mt anuales más que en la campaña 2015/2016, tres años atrás. Es una muestra evidente de la holgura que muestra a nivel mundial la oferta de este producto.  Los datos pueden verse en el cuadro N°1.
Indicador N°3: la hoja de balance mundial de las harinas oleaginosas estaría mostrando un crecimiento del consumo algo superior al de la producción. Caería la relación stock final/consumos, lo cual daría firmeza a los precios beneficiando a Argentina. 
Por otra parte, en el cuadro N°2 se presenta la hoja de balance de las harinas oleaginosas en forma agregada a nivel mundial. Allí se consignan los datos de las últimas tres campañas más la proyección para el ciclo 2018/2019.
Se observa que en el actual ciclo 2018/19 la producción mundial podría llegar a crecer de manera levemente inferior a los consumos: 1,5% versus 1,7% respectivamente, en relación a la campaña anterior. Por otro lado, es de destacar el crecimiento que se espera en el intercambio internacional, con un aumento de las exportaciones e importaciones superior al 4%, respecto al 2017/2018.
En esta campaña, además, caerían los stocks finales a 10,65 Mt. En tanto, la relación stock/consumo sería de 2,96%, inferior al promedio de las últimas 3 temporadas (3,26%). Este hecho podría brindar cierto sostén a los precios de las harinas, porque una disminución en la relación stocks finales / consumo implica que las fuerzas de la demanda cobran un mayor peso relativo que las de la oferta, incentivando a los demandantes a elevar el precio que ofrecen para hacerse de la mercadería. De darse este escenario, Argentina podría beneficiarse al ser el principal exportador mundial de harina de soja.
Recordemos que en las harinas oleaginosas estamos sumando los siguientes productos: harina de soja, de colza, de girasol, de algodón, de almendra de palma, de maní, de pescado y otras de menor relevancia.
Pregunta: ¿Qué dicen la comparación de los precios de la harina de soja y del poroto durante 2018 en el mercado de Chicago? Respuesta: la Guerra Comercial EE.UU.-China deprimió los del poroto en Chicago, pero la gran sequía Argentina dio cierto sostén a los precios de la harina.
En relación a los precios del poroto y la harina de soja en el año 2018 se observa una marcada volatilidad en el mercado de Chicago, que sirve como referencia global. Puede verse en el gráfico adjunto que los precios de la harina suben en mayor proporción que los del poroto entre principios de enero y los primeros días de marzo, impulsados por la sequía de nuestro país. Los primeros subieron un 25,6% en dicho período, mientras que los otros lo hicieron en menor medida, un 10,7%. Es lógico que una contracción productiva como la que sufrió Argentina por la gran sequía afecte mayormente al mercado de harina que al del poroto de soja, ya que nuestro país representa aproximadamente el 40% de las exportaciones de harina de soja de todo el mundo, mientras que en el caso del poroto sin procesar las exportaciones nacionales sólo explican un 5% del total, muy por debajo de las de Brasil y Estados Unidos.
Más adelante, después de los primeros días de marzo, el conflicto comercial en el que se vieron involucradas las dos principales economías del mundo acentuó aún más la diferencia de precios entre ambos productos. Naturalmente, el poroto de soja sufrió pérdidas superiores a las de la harina, al ser el gigante asiático el mayor importador del mismo y Estados Unidos su principal proveedor.
Este contexto económico y geopolítico trajo consigo diversas implicancias. Por un lado, en Estados Unidos comenzó a volverse más rentable procesar la oleaginosa que exportar el grano directamente. Esto por dos motivos, en primer lugar, el aumento del spread entre el precio del poroto y el de la harina, en favor de la segunda, hizo mejorar los márgenes del sector procesador; en segundo lugar, los aranceles impuestos por China significaron un virtual bloqueo de la exportación del poroto a su principal destino, al volverse esta actividad muy costosa y poco rentable.
Sumado a esto, el gobierno estadounidense anunció oficialmente en julio que subsidiaría a los productores afectados por el conflicto comercial con un desembolso de 12 mil millones de dólares, favoreciendo aún más los márgenes del crushing y permitiendo competir en los mercados internacionales a precios artificialmente bajos. De acuerdo a los datos de Oil World, de la campaña 2016/17 a la 2017/18 (la campaña norteamericana va desde octubre hasta septiembre) la cosecha de soja de los EE.UU. sólo aumentó un 2,2% a 119,5 Mt, sin embargo, la producción de harina de soja se incrementó en mayor medida, un 9,5% alcanzando las 44,5 Mt y, por último, las exportaciones de harina tuvieron una contundente suba de 25,3% posicionándose en 13,2 Mt. Para la campaña 2018/19, se estima que la cosecha estadounidense alcance las 127,7 Mt, sin embargo, la producción de harina se mantendría sin cambios y las exportaciones caerían un 3,9% respecto al ciclo anterior, lo que da un indicio de que el gran desempeño exportador del subproducto en la campaña recientemente finalizada respondió más a factores coyunturales que a un verdadero cambio estructural.
En Sudamérica, la disputa comercial entre las dos superpotencias favoreció más al poroto que a la harina, observándose en la campaña 2017/18 mayores exportaciones tanto por el lado de Brasil como también en Argentina (a pesar de la merma productiva). Esto es así porque China, tras perder a su principal proveedor, debió salir a buscar nuevas fuentes para satisfacer su gran demanda oleaginosa.
Pese a que el poroto fue el principal ganador en el comercio internacional, Brasil también logró en el ciclo 2017/18 aumentar un 10,3% su producción de harina, y sus exportaciones de la misma subieron un 17,6% en relación a la campaña anterior. Por otro lado, en la 2018/19, la producción de harina brasileña volvería a subir un 1,2% a 34,1 Mt mientras que sus exportaciones caerían un 3,6% a 15,6 Mt.
Las exportaciones argentinas de harina de soja, en cambio, habrían sufrido una caída del 16% en la campaña 2017/18 respecto a la anterior, quedando en 26,52 Mt, mientras que la producción de harina también habría caído un 14,7% ubicándose en 28,4 Mt.
En la 2018/19 Oil Word estima que nuestro país tendría una importante recuperación tanto en la producción como en las exportaciones de harina, alcanzando las 34,1 y 30,1 Mt, respectivamente, sin embargo, ambos indicadores aún quedarían por debajo de los logrados en el ciclo 2016/2017, habiéndose desincentivado el crushing por los recientes cambios arancelarios que eliminaron el diferencial de derechos de exportación en favor de los productos procesados.
 
Aclaración importante: en los dos párrafos anteriores, las campañas comerciales no son consideradas de la manera habitual (abril-marzo en el caso de Argentina), sino desde octubre a septiembre, tal como fueron publicadas por Oil World en su balance estadístico.