El economista explicó los desafíos del actual ministro Sergio Massa y en la parte final de su exposición, remarcó que la sociedad estaba pidiendo “algo diferente”. Se observa mucho desánimo y frustración”, describió.
En el marco de la celebración del 138° aniversario de la BCSF, que se cumplirá el 29 de agosto próximo, el doctor Miguel Kiguel, dio una charla sobre el tema: “Los desafíos y perspectivas de la economía argentina”. Lo hizo ante un auditorio en el que prevaleció la asistencia de gente joven
La charla fue organizada conjuntamente por la institución y Sancor Seguros a través de Guadalupe Broker SRL- Fregona & Sales, asesores de seguros.
El doctor Miguel Kiguel describió la situación actual de la economía argentina y el momento político que llevó a la renuncia del doctor Martín Guzmán, el paso breve por el Ministerio de Economía de Silvina Batakis y la llegada a ese lugar, del doctor Sergio Massa, al que describió como “un nuevo ministro con poder, con volumen político, que aceptó el cargo en un momento complejo” (…). “Massa generó la sensación de que la economía no va a descarrilar”, sostuvo el orador, quien agregó: “Trajo un poco de lógica a la economía”.
La presentación del economista estuvo a cargo del presidente de la BCSF, escribano Martín Vigo Lamas, quien señaló que se trataba de la primera actividad vinculada con el aniversario institucional y agradeció las destacadas presencias.
Luego, el señor Manuel Fregona dijo que con la disertación de Kiguel, se iniciaba un ciclo de charlas en las que se iban a abordar diferentes temáticas.
Vigo Lamas estuvo acompañado por el vicepresidente 2°, señor Ulises Mendoza, e integrantes de la Mesa Directiva. También estuvieron presentes socios de la institución; directivos y clientes de Sancor Seguros, e integrantes del Programa Nuevos Dirigentes y periodistas, entre otros participantes.
Algunos conceptos
El doctor Kiguel, luego de explayarse sobre la terna del poder: Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa, describió el cuadro actual de la economía citando entre otros factores coincidentes: elevada brecha cambiaria y control de cambio; reservas internacionales bajas, déficit fiscal primario cerca del 3,5% del PBI; inflación cercada al 100%; riesgo país arriba de los 2400 puntos; 10 años de estancamiento de la economía, pobreza del orden del 40% y un programa con el FMI al que calificó como “light”. Ubicó las reservas netas en los U$S 1200 millones y sindicó al déficit fiscal como “grande pero no explosivo”.
Luego de marcar el escenario encontrado por el doctor Massa, explicó que la promesa del actual ministro era mantener el programa con el FMI; buscar aumentar las reservas en U$S 7000; establecer tipos de cambios diferenciados por un tiempo limitado; bajar el déficit primario al 2,5% del PBI (subas de tarifas entre otras medidas), descontinuar los adelantos transitorios del BCRA al Tesoro y reorientar los planes sociales.
Destacó que el programa con el FMI “le pone condiciones a Massa” y mencionó las dificultades que estaba encontrando el nuevo ministro para llegar a reunir los U$S 7000 millones. En su opinión no lo logrará; “a lo sumo podrá alcanzar los U$S 1500 millones más”, dijo. “Hace falta un programa para dar vuelta la situación y no se tiene”.
El economista consideró posible bajar el déficit fiscal por imperio de la suba de tarifas. La masa de recursos provenientes de este aumento, significan el 20% de los subsidios.
“El choque fuerte es con el sector externo, con las reservas. “Devaluación es una mala palabra, pero hace falta”, enfatizó.
A su juicio el mercado tomó bien la entrada de Massa al Ministerio de Economía: “el Merval sube y los bonos, también”, acotó
“Massa ha dado cierta esperanza, pero los desafíos siguen, por ejemplo, recomponer las reservas, tema al que calificó como “central” (…) La economía no está generando dólares y de no revertirlo, seguirá cayendo”. El orador agregó que en los despachos del ministro se estaban evaluando opciones y sostuvo que “el tipo de cambio está atrasado. Si me preguntan, digo que hace falta devaluar”.
Al exponer sobre cómo se podría salir de la situación con un gobierno que no quería devaluar, planteó una alternativa intermedia, que pasa por desdoblar el mercado. “Tener un valor de dólar para los bienes de comercio y otro, para los servicios como, por ejemplo, el turismo”. En éste, la Argentina insume unos U$S 9000 millones anuales, agregó.
Kiguel consignó que todas las alternativas a seguir tenían costo y reconoció que, si el gobierno devaluara un 30%, la inflación subiría porque “el ajuste de precios es rapidísimo en la Argentina”.
“La inflación subió mucho en julio por efecto del cepo y porque se forzó a las empresas a pagar a 180 días las importaciones. ¿Cómo lo hacen las empresas?, lo cubren con el precio”, agregó.
Plan de estabilización y crecimiento
En esta parte de la exposición, el Dr. Kiguel se refirió a las potencialidades de la Argentina y la necesidad de un plan de estabilización y crecimiento.
Describió que el país tenía un gran potencial en el mundo actual pero que para aprovecharlo necesitaba “un programa de reformas estructurales y lo que se denomina: un cambio de régimen, al tipo del que encaró Alemania en 1923 e Israel en 1985”.
Habló -entonces- de un plan que “combine el shock y el gradualismo; que sea consistente y se mantenga en el tiempo; que priorice el largo plazo sobre el corto y valorice la equidad y la transparencia”.
Fue taxativo al señalar que se necesita al campo y que éste tenga un mejor tipo de cambio para vender. Mencionó, además, que la Argentina tenía minerales y el litio, y Vaca Muerta. Respecto de este yacimiento, abogó por la construcción de un gasoducto para la exportación de gas. “Con estos sectores se generarían unos 30 o 40.000 millones de dólares en exportaciones”. Pero, además, dijo que la Argentina contaba con tecnologías y emprendedores, que volverían al país ante un cambio de situación.
“La Argentina necesita una economía distinta; un cambio de pensamiento, un cambio de régimen, algo así como el programa de Macri, en 2016, tomando en cuenta los errores que se
cometió”. “Debe darse en cambio fiscal y como valor adicional que la gente persiga que el esfuerzo es equitativo y transparente, sin corrupción”. “La sociedad está pidiendo algo distinto; se observa mucho desánimo y frustración”, dijo en la parte final.
“Con Massa evitamos el peor escenario; vamos a continuar con la brecha pero no veremos explosión”, concluyó.
Al final de su exposición, el orador abrió un espacio de preguntas que enriqueció la actividad.