En la nación europea se detectó la presencia en cerdos de una peligrosa bacteria resistente a antibióticos.
Argentina sigue importando carne de cerdo danesa a pesar de que en esa nación existen evidencias contundentes de que la mayor parte de los establecimientos porcinos están contaminados con una bacteria peligrosa para humanos.
En lo que va del presente año se declararon importaciones argentinas de 1291 toneladas de cortes congelados de carne porcina proveniente de Dinamarca, según registros aduaneros (ver planilla).
Hasta comienzos de noviembre del año pasado buena parte de la carne danesa importada se destinaba a la Patagonia porque la normativa vigente prohibía el ingreso a esa región de cortes porcinos provenientes de zonas que no sean libres de aftosa sin vacunación. Pero desde el 7 de noviembre de 2016 -a partir de una decisión del Senasa- esa restricción fue dada de baja.
Es decir: la única excusa para seguir importando carne porcina danesa -con el riesgo sanitario que eso implica- es el factor precio. De hecho, la mayor parte de los ingresos de mercadería en lo que va de 2017 se registraron por la Aduana de la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
Los valores de ingreso de la mercadería danesa son bajísimos porque, desde que el gobierno ruso bloqueó el ingreso de carne porcina europea en 2014, se produjo una sobreoferta descomunal de ese producto en la UE-28 (lo que obligó a las compañías cárnicas europeas a salir a buscar nuevos mercados para deshacerse de los sobrantes de mercadería).
Si bien la importación de carne porcina danesa representa un riesgo sanitario grave para los argentinos, las cadenas de supermercados que comercializan ese producto no informan el origen del mismo para que los consumidores puedan decidir (o no) adquirirlo.
En 2010 comenzaron a difundirse informes que alertaban sobre la contaminación de carne porcina danesa con una bacteria estafilococo resistente a varios antibióticos comunes (Methicillin-resistant Staphylococcus aureus o por sus siglas MRSA).
En diciembre de 2014 un informe oficial de la Agencia de Alimentos de Dinamarcaindicó que en dos de cada tres establecimientos porcinos daneses se habían registrado cerdos infectados con MRSA. Sin embargo, las autoridades danesas no intervinieron para evitar perjudicar al sector porcino local (que es uno de los mayores exportadores agroindustriales de esa nación).
“Es mi trabajo como doctor informar que estamos exportando un problema sanitario y que deberíamos intervenir para prevenirlo de la mejor manera que podamos”, dijo el profesor de microbiología de Syddansk Universitet, Hans Jørn Kolmos, según un artículo publicado en octubre del año pasado por el medio danés DR Nyheder.
A pesar de tales evidencias, las autoridades sanitarias argentinas habilitaron a 18 frigoríficos daneses para exportar carne porcina al mercado local, la mayor parte de los cuales son controlados por la corporación Danish Crown.
Muchos de los cortes daneses ingresados son carré y bondiola congelada, los cuales luego son descongelados para ofrecerlos como carne fresca en cadenas de supermercados (en algunos casos sin la advertencia correspondiente de que el mismo no debería volver a congelarse para evitar riesgos sanitarios).