ECONOMIA

Estacioneros lanzan “un llamado de atención” por la crisis del sector

Cesgar convocó a una asamblea para declarar en “Emergencia” al expendio de combustibles

“Hay gente de nuestra actividad que está muy desesperada por la pérdida de rentabilidad, que ya empezó a dejar de pagar al día los impuestos, a patear para adelante todo lo que se pueda”, remarcaron desde la la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario (Cesgar), que convocó a una asamblea general extraordinaria para este martes 19 de septiembre, con el objetivo de declarar al sector en estado de “Emergencia”.
La “insoportable presión impositiva”, más el “desmedido crecimiento” de los costos fijos y financieros, más la “competencia desleal” por parte de empresas petroleras y distribuidoras que venden directo al consumidor, son los principales ingredientes del combo que afecta a los expendedores de combustibles.
De allí la intención de aprobar en la asamblea del martes la “Declaración de Emergencia por Crisis de Rentabilidad de las Estaciones de Servicio en el ámbito del Departamento Rosario”.
“Queremos hacer un llamado de atención a las autoridades y todos los sectores involucrados, porque la situación es muy difícil. Creemos que este no es momento de plantear acciones de protesta, no queremos que se politice nuestro reclamo. Pero la coyuntura es muy complicada y necesitamos respuestas a corto plazo”, subrayaron en Cesgar.
Para describir la situación, los expendedores muestran datos contundentes, como el pronunciado desplazamiento del punto de equilibrio de ventas mensuales necesarias para sostener la rentabilidad necesaria. En el año 2004, eran 126.000 pesos mensuales. Este año, son 347 mil litros.
En la enumeración de razones de este pronunciado deterioro, Cesgar señaló varios aspectos. En el tributario, apuntó contra la creación de nuevos impuestos y la doble imposición entre jurisdicciones. En cuanto a los costos, enfocó en los incrementos de servicios como la energía eléctrica, aguas, provisión de gas, televisión por cable. “Durante el período 2000-2017, los costos fijos subieron 3700 por ciento y los ingresos por ventas sólo 1950 por ciento”, indicaron. Además, surgieron nuevos costos fijos, vinculados con cuestiones de Seguridad e Higiene, análisis de agua bebible, estudios de suelo y napa freática, pagos a SADAIC Y ADI-CAPIF; y también los servicios vinculados a la situación de inseguridad, como las cámaras de video vigilancia y los servicios de monitoreo.
Otro de los factores que afectan a los expendedores son los nuevos costos financieros por servicios como el de traslado de dinero, los depósitos de efectivo en cuenta propia, los surgidos de la mayor venta con tarjetas de crédito y débito.
Y al mismo tiempo, en los últimos meses se acentuó la competencia desleal. “Se descarga combustible en condiciones de infracción a las condiciones mínimas de seguridad e higiene, en establecimientos no aptos para dicha finalidad; y hay distribuidores mayoristas y empresas petroleras comercializando por debajo de los precios de surtidor, generando quebrantos en zonas agrícola-ganaderas”, explicaron los estacioneros.