UPL Corp realizó el primero de una serie de meetings points regionales. En Melincué, provincia de Santa Fe, el control de malezas estuvo en el centro de las preocupaciones. |
“Notamos que hay una concentración en el uso de pocos mecanismos de acción de herbicidas y a su vez en pocos principios activos. El amesetamiento en las estrategias de manejo de malezas no solo responde a un tema de costos, sino también de conocimiento”, dijo Martín Principiano, asesor técnico de establecimientos agrícolas en la zona norte de Buenos Aires, durante la primera jornada denominada Meeting Point, organizada por UPL Corp en Melincué, al sur de Santa Fe. El encuentro es el primero de una serie que propone reunir a productores y asesores con el conocimiento para una mejor agricultura. En la zona, Yuyo colorado, Rama negra y gramíneas siguen encabezando la lista de las malezas problema. Mientras, crece la aparición de crucíferas. “UPL dispone de moléculas como Amicarbazone, Glufosinato de amonio y Piroxasulfone que no están generalizados y son herramientas que permiten diversificar el uso de herbicidas optimizando el manejo de malezas”, apuntó Principiano y recomendó conocer la paleta de opciones para analizar estrategias según cada momento del ciclo de cada cultivo. “Analizamos el resultado de ensayos en barbechos de soja y maíz donde pudimos ver el gran aporte que hace por ejemplo Amicarbazone en barbechos químicos largos e intermedios a soja. También es una buena opción para pre-siembra y pre-emergencia del maíz”, explicó el asesor técnico y acotó que la idea es que cada asesor o productor pueda tomar decisiones en base a distintas opciones y estrategias, y no manejar solo las tres o cuatro opciones más clásicas. Principiano analizó que “si ahora en agosto voy a usar un herbicida que inhibe la síntesis de clorofila, trataré de no repetir el mismo mecanismo de acción en presiembra o pre-emergencia. Esto es muy importante porque, por ejemplo, los herbicidas PPO, que son los inhibidores de la síntesis de la clorofila tienen un uso importante en soja. Por lo tanto, hay que ser muy cuidadosos”. En este sentido, el técnico aclaró que Amicarbazone en maíz funciona muy bien en tratamientos en presiembra o pre-emergencia. Ya sea en mezclas con S-metalocloro o con piroxazulfone. Es una opción en suelos con poco contenido de arena. Otro de los temas abordados fue el uso de tecnología Enlist® en la región. La herramienta herbicida en este caso es glufosinato de amonio, que en el caso de UPL se comercializa con la marca LIFELINE®. Según los datos compartidos por Principiano, el nivel de adopción de la tecnología ha alcanzado el 15% de la superficie de soja en la zona núcleo. Se espera que para la próxima campaña se acerque al 25%. “La soja de segunda es un nicho para esta herramienta, ya que muchas veces al sembrar sobre trigo se complica el manejo de residuales”. Pero es importante recordar que a nivel global ya hay casos de Yuyo colorado resistente a glufosinato de amonio. “Por eso es importante cuidar las tecnologías”, dijo. “Desde UPL insistimos en la necesidad de abordar a los cultivos de forma integral. Los cultivos a la hora de arrancar no sólo tienen problemas de malezas, también aparecen diferentes situaciones de plagas, dificultades en la emergencia del cultivo, y todo termina repercutiendo después en la competencia con malezas. Desde la empresa proponemos una visión holística y acercamos soluciones que ayuden a lograr el máximo potencial de los cultivos”, aportó . Pablo Angeletti, gerente de herbicidas y fungicidas de UPL Corp. La compañía lanzó este año WINGER®, que es piroxazulfone al 85% WDG, un producto que termina siendo una herramienta fundamental para la problemática de malezas, principalmente para Amaranthus y gramíneas. Tiene registro en trigo, cebada, soja y maíz. “En Melincué hicimos foco en la problemática en el cultivo de maíz y ahí mostramos la buena performance que tiene WINGER con DYNAMIC® -Amicarbazone- para el control de gramíneas y Amaranthus. Además de eso, mostramos algunos resultados de los trabajos que hicimos el año pasado con foco en LIFELINE® -glufosinato de amonio-, un producto que cada vez se está usando más con la aprobación de la tecnología en soja”, puntualizó Angeletti. |