El espíritu innovador del productor argentino hace que este incorpore nuevas tecnologías constantemente, con el objetivo de hacer más eficiente el sistema productivo y lograr mayor rendimiento y rentabilidad cuidando el medio ambiente de manera responsable.
Estas tres variables podrían graficarse en una formula (R3), en la cual cada R sea clave para que el productor pueda lograr eficiencia en el momento de cosecha de esta campaña gruesa en la que los especialistas vislumbran un cambio de tendencia en el esquema de producción como resultado de la sequía y las condiciones micro y macroeconómicas.
Se espera que el crecimiento en la superficie de soja supere a la del maíz, cosa que no venía sucediendo en las últimas campañas, y que predomine la siembra de maíz tardío, situación que viene creciendo año a año. Esto hace imprescindible la optimización del uso de recursos tecnológicos que garanticen el cuidado de los suelos a corto, mediano y largo plazo.
En este marco la fertilización juega un rol fundamental, al respecto Pablo Giustetti, gerente de marketing de Verdesian Life Science afirma:
“Hoy, hay más demanda de tecnologías para la nutrición vegetal. Vamos por algo nuevo en lo que a fertilización se refiere, sobre todo en una campaña que se presenta con una situación crítica de seca y en donde el uso de fertilizante es un insumo que presenta dificultades a nivel logístico pero que es muy necesario para el desarrollo del cultivo, sobre todo si voy a ir a un maíz tardío donde va a pasar el verano y, aparentemente, vienen las pocas lluvias por lo que voy a necesitar hacer que todo el nitrógeno o fósforo en el que se invierte vaya a la planta y no se desperdicie” y agrega: “Verdesian Nue Charge es una tecnología patentada que actúa sobre las 3 formas de pérdida, no sólo ofreciendo más nitrógeno, sino que al interactuar con el ciclo del suelo en el intercambio catiónico hace un uso más eficiente de todo el sistema. Si miramos los resultados nos da un rendimiento de más de 500 kg por hectárea de maíz, con una efectividad del 95% en donde encontramos la rentabilidad está dada por un retorno sobre inversión mayor de U$10 a 1. Lo mismo pasa con el Verdesian Avail un producto que ayuda al fósforo, a tenerlo más disponible, ya que cuando lo aplicamos sobre el fertilizante, la tecnología hace más eficiente el uso de todos los recursos del suelo. También lo demuestran los estudios a campo que reflejan un rendimiento en del orden del 4% en situaciones de difícil manejo de fósforo en el suelo.”
Para el tratamiento de semillas de soja, el inoculante solo con microorganismos que apunta a la fijación biológica del nitrógeno y a la promoción de crecimiento fue superado por la incorporación de tecnologías de nuevas moléculas como Verdesian Take OFF que actúa dentro de la planta acelerando procesos metabólicos que aumentan el crecimiento y rendimiento del cultivo. Para este tratamiento que puede ser a campo o profesional se utiliza Verdesian Preside, que luego de 3 campañas arrojo un retorno sobre la inversión da U$7 a 1 o de U$9 a 1 y un rendimiento mayor de entre el 7% y el 9%.
En conclusión, hoy la fórmula R3, es irrefutable ya que apunta a la rentabilidad, al rendimiento y al cuidado del suelo. Las tecnologías que son amigables con el medio ambiente hacen eficiente el uso del nitrógeno, el fósforo y todos los nutrientes logrando el mejor potencial de la planta y cuidando de manera responsable el suelo.
“Verdesian, como empresa, tiene como visión, estas 3 premisas para todos los pasos y procesos de la organización, tanto cuando investigamos y desarrollamos tecnologías, como cuando las probamos a campo y las lanzamos al mercado. Tenemos que estar seguros de que el resultado garantice la eficiencia del sistema productivo, logrando más rentabilidad, más rendimiento y siendo responsables en el cuidado con el suelo”, cierra Giustetti.