El saldo de préstamos personales y tarjetas de crédito se multiplicó por cuatro en casi un año y medio, según datos recientes publicados por Guillermo Barbero en Perfil. Esta tendencia refleja la creciente necesidad de los usuarios de acceder a financiamiento frente a la inflación y los desafíos económicos.
En el contexto económico actual, muchas personas buscan alternativas para cubrir gastos cotidianos y enfrentar imprevistos financieros. Los planes de pago en cuotas se consolidan como una herramienta clave para concretar proyectos personales o adelantar compras, motivo por el cual cada vez más entidades financieras ofrecen préstamos personales con cuotas fijas.
Según expertos de Reba, la entidad financiera autorizada por el BCRA y perteneciente a Grupo Transatlántica, optar por este tipo de financiamiento representa una solución práctica, incluso en un escenario de inflación mensual, ya que permite disponer del dinero de manera inmediata y planificar los pagos con anticipación.
“Los préstamos son una opción ágil y flexible. Este esquema permite a los usuarios saber de antemano cuánto van a pagar en cada cuota y organizar mejor sus finanzas”, explica Vanesa Di Trolio, Gerente de Retail en Reba. Agrega: “acceder a planes de compra en 3, 6, 12 o 18 cuotas es muy valorado por nuestros usuarios. Actualmente contamos con una línea de préstamos solo con DNI en efectivo en nuestras sucursales de CABA, Rosario y Córdoba, diseñada para ofrecer soluciones inmediatas”.
Analistas del sector destacan que este crecimiento refleja la combinación de la recuperación económica, la demanda de crédito flexible y el acceso a plataformas digitales que facilitan la operación.
“La clave está en ofrecer soluciones inmediatas y adaptadas al perfil de cada usuario, incluso aquellos sin historial crediticio. Durante el primer semestre del año batimos un récord histórico, otorgando préstamos no solo de forma presencial sino también a través de la App, una herramienta práctica para quienes requieren respuestas rápidas y sin trámites complejos”, añade Di Trolio.
La tendencia plantea desafíos para las entidades financieras, que deben equilibrar la creciente demanda con la gestión del riesgo crediticio y fomentar la educación financiera.
Contar con información de valor y educación para mantener un historial crediticio saludable es un proceso a largo plazo. “En Reba acompañamos a nuestros usuarios a través de nuestro programa de educación financiera, brindándoles las herramientas necesarias para construir un historial sólido y acceder a préstamos personales o tarjetas de crédito de manera responsable”, finaliza la especialista. Esta estrategia permite que el crédito no solo resuelva necesidades inmediatas, sino que también se convierta en un instrumento de planificación y crecimiento financiero personal.
