Federico Zerboni, vicepresidente 1° de MAIZAR, reemplazó a Paulo Pusch Bertolini en la presidencia de la alianza internacional MAIZALL. La ceremonia de traspaso se llevó a cabo luego de la apertura del Global Agrobusiness Forum 2022, organizado en la ciudad brasileña de San Pablo por DATAGRO con el objetivo de debatir políticas de cambio climático, seguridad alimentaria y sostenibilidad. La apertura del evento contó con la presencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y seis de sus ministros, en una muestra de la importancia que tiene el agro brasileño para el desarrollo de Brasil.
MAIZALL, la Alianza Internacional del Maíz, nuclea a las asociaciones de agricultores de maíz de la Argentina (Maizar), Brasil (Abramilho) y Estados Unidos (US Grains Coucil y National Corn Growers Association), que trabajan juntas para remover barreras comerciales a la innovación agrícola, abogando ante gobiernos y organizaciones internacionales como la Unión Europea, la FAO, la OMC, agencias de reglamentación y parlamentarios.
El flamante presidente de MAIZALL, afirmó que “para satisfacer la demanda de alimentos en las zonas de escasez se necesita un sistema de comercio mundial abierto que se base en normas de seguridad alimentaria predecibles, transparentes y con base científica. Pedimos a los gobiernos de todo el mundo que colaboren y eviten la creación de nuevas barreras. Las barreras comerciales son muy dañinas, principalmente para las poblaciones más pobres. Nuestra misión es producir alimentos seguros, respetando el medio ambiente, y que también sean económicos. Cuanto más se atrase el proceso de renovación tecnológica, tendremos más impactos negativos sobre el medio ambiente y menos productividad”.
Juntos, los agricultores de MAIZALL cultivan el 50% de todo el maíz del mundo y el 70% del excedente exportable mundial. Nuestras organizaciones miembros representan a productores agrícolas de todos los tamaños, la mayoría de los cuales son agricultores familiares. MAIZALL se creó para aportar la voz y los puntos de vista propios de los agricultores de maíz de América del Norte y América del Sur a los debates mundiales sobre el papel y la regulación de la tecnología y la innovación en la agricultura.
La producción mundial de alimentos se enfrenta a un reto formidable y esto ya estaba claro antes de la pandemia de Covid y la guerra en Ucrania. Las Naciones Unidas prevén que la población mundial alcanzará los 9.800 millones de habitantes en 2050, con gran parte de ese crecimiento en el África subsahariana y Asia. Esta evolución, unida a una creciente clase media, implica que el crecimiento de la productividad agrícola tendrá que acelerarse, con el telón de fondo de un clima cambiante que plantea crecientes desafíos como las sequías y el exceso de lluvias.
El impacto de la invasión rusa de Ucrania ha puesto aún más de relieve la necesidad de un crecimiento sostenible de la productividad. Los productores de maíz de la Argentina, Brasil y Estados Unidos ya han logrado avances significativos mediante el uso de tecnologías innovadoras y se han comprometido a mejorar continuamente mediante el empleo de herramientas y prácticas seguras y nuevas.
MAIZALL cree que todas las formas de cultivo de plantas (tradicionales, orgánicas, OGM, editadas genéticamente) serán fundamentales para afrontar los retos de producir suficientes alimentos para una población mundial creciente, sin que ningún método tenga prioridad sobre otro.