Es un insecto capaz de provocar fuertes pérdidas de forraje por su saliva tóxica. Corteva recomienda una solución insecticida banda verde, que no afecta a la fauna benéfica y con un mínimo impacto ambiental |
La alfalfa es un insumo clave en el mapa mundial de la alimentación: si bien no se destina de manera directa a consumo humano, es uno de los principales nutrientes de bovinos que se utilizan para la producción de carne o leche. Por ese motivo, aplicar productos químicos que tengan menor impacto ambiental y generen bajos niveles de Límites Máximos de Residuos (LMR) es fundamental en un mercado global cada vez más demandante de alimentos producidos de manera sustentable. En el marco del convenio celebrado entre la plataforma de trazabilidad de cultivos AgTrace y Corteva Agriscience, para la difusión de productos que precisamente logran este objetivo de proteger a los cultivos pero sin incrementar el impacto ambiental, es el turno de analizar una plaga que puede ser letal para la alfalfa: los pulgones. Estos insectos, inyectan en la planta una saliva tóxica que hace que genere menos follaje y también pierda calidad. Y además son transmisores de virus que también pueden afectar la sanidad y el rendimiento en materia seca por hectárea. Cuál es cuál Según Germán Cabrera, Product Manager del portafolio de Insecticidas de Corteva, lo primordial es saber diferenciarlos, porque hay cuatro tipos de pulgones que actúan sobre los alfalfares: el verde, el azul, el negro y el manchado. “La diferenciación es importantísima, porque es lo que determina el umbral para ingresar al lote a aplicar un insecticida”, señala Cabrera.
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