EMPRESAS

Nueva revolución para el control de enfermedades en trigo

Sumitomo Chemical está realizando el prelanzamiento comercial de Excalia Max, un revolucionario fungicida que saldrá al mercado en 2022 y que otorga un control superior en royas

Con más de 108 años de trayectoria, si hay un eje que distingue a la empresa japonesa Sumitomo Chemical a lo largo de su serie histórica es su apuesta por la investigación y desarrollo.

En ese marco, la firma decidió concretar un nuevo paso dentro de su fuerte plan de crecimiento para Latinoamérica, con la introducción de un nuevo fungicida: Excalia Max.

 

Ing. Agr. Lucas Panizza. Gerente de Marketing de Sumitomo Chemical

“Estamos realizando el pre lanzamiento comercial de este producto:  un nuevo fungicida, compuesto por una carboxamida en mezcla con un triazol, y que tiene como aspecto novedoso que está basado en una molécula descubierta por Sumitomo Chemical y completamente nueva para el mercado: Indiflin™”, resumió Lucas Díaz Panizza, gerente de Marketing de Sumitomo Chemical.

En este marco, si bien el modo de acción de las carboxamidas es algo con múltiples antecedentes y experiencia a campo, “el valor que agrega esta molécula, y su principal diferenciador respecto a lo que hoy se conoce, es su sobresaliente performance para el control de las royas principalmente, tanto en soja como en trigo, y no solo se podrá usar a futuro para aplicaciones foliares sino que se está trabajando para que pueda ser utilizada en tratamiento de semillas y en otros cultivos”, añadió Díaz Panizza.

El ejecutivo consideró que es un lanzamiento muy importante para la compañía a nivel regional, debido a la incidencia que tiene la roya de la soja en países de la región como Brasil y Paraguay, donde hay campañas en que se suele aplicar hasta cuatro veces fungicidas para controlarla; o también las condiciones que son frecuentes en Argentina con las royas del trigo y dos aplicaciones por campaña. El producto acaba de recibir registro en Estados Unidos, Canadá y Japón y Argentina será el primero en Latinoamérica, seguido de Paraguay, Brasil y Bolivia.

Según Díaz Panizza, “la particularidad de Excalia Max es que logra un control que supera el 90 por ciento en este tipo de enfermedades, con un incremento de los rendimientos de alrededor del 10 por ciento”.

Por ahora, el pre lanzamiento comercial y la próxima salida al mercado prevista para 2022 es solo para aplicaciones foliares, con una dosis recomendada de 700 centímetros cúbicos por hectárea.

“Luego, el plan es desarrollar otras formulaciones para tratamiento de semillas, y otras combinaciones con otras moléculas para aplicaciones foliares y para otros cultivos. Es el nuevo estándar de control que ofrecerá la compañía, apoyado sobre esta nueva tecnología que es Indiflin”, completó Díaz Panizza.

Resultados

Convocada por Sumitomo Chemical, la experta en fitopatología del Inta, Lucrecia Couretot, expuso en la última edición de A Todo Trigo sobre la problemática de la roya en Argentina.

Y entre otros aspectos, mencionó el crecimiento que está teniendo el uso de carboxamidas para aumentar la eficiencia de control de esta enfermedad, sumándose a los tratamientos tradicionales con triazoles y estrobilurinas.

Según la red de evaluación de fungicidas liderada por el Inta Pergamino, cuando se utilizan carboxamidas como Excalia Max, se logra un recupero promedio de alrededor de 120 kilos por hectárea. Y en caso de lotes con alta presión de enfermedades, se observaron diferencias favorables de hasta 300 kilos.

En la oportunidad, el coordinador técnico de producto de Sumitomo Chemical, Mauro Balza, dio algunos detalles más sobre Excalia Max.

“Se distingue porque es una nueva carboxamida, que combina dos modos de acción: Indiflin 6% más Tebuconazole 20%. Es sistémico, de aplicación foliar, sin riesgo de lavado ni fitotoxicidad, y con buena foto estabilidad. Su acción es inhibir la respiración celular y la biosíntesis de ergosterol”, resumió.

Y dio algunos datos más sobre la eficacia en el control: en el caso de aplicaciones simples, en comparación con testigos con hasta 100 por ciento de incidencia y 30 por ciento de severidad de la roya amarilla, se logró bajar esas proporciones a 27 por ciento y 12,6 por ciento, respectivamente. En rendimiento, la respuesta fue de 940 kilos por hectárea.