Desde el último informe de Oferta y Demanda mundial del USDA donde se proyectaron menores stocks finales de maíz para Estados Unidos, la relación stock/consumo de la actual campaña se llevó a un mínimo histórico y el recorte en la estimación de producción de safrinha en Brasil se hizo notar, ¿Qué nos llevó desde esas noticias alcistas a las pérdidas de la última semana?
Si bien las existencias finales de soja en EE.UU. se revisaron levemente al alza, no cambiaron la situación de la ajustada hoja de balance. Los stocks finales de la actual campaña aumentan la relación stock/consumo en un 0,3%, por lo que la escasez sigue dominando en un mercado traccionado por la demanda.
Con una campaña 21/22 estadounidense que acaba de concluir la siembra y las primeras semanas de desarrollo pasaron sin lluvias ni humedad en suelos, de la cual el USDA estima rindes récord y queda mucho por delante para alcanzarlos, compromisos por exportaciones en niveles máximos históricos a esta altura del año y China manteniéndose fuerte como importador, todo parecía estar sobre ruedas para seguir el sendero de las subas.
El mercado está mirando muy de cerca la producción en Estados Unidos, hasta hace un par de semanas la preocupación se venía dando por las sequias y el clima cálido en el Midwest que, de continuar, impactaría en el potencial rinde de los cultivos y no pueden permitirse perder ni un solo quintal por hectárea en su producción, de otra manera las existencias finales se verían aún más ajustadas.
El punto es que en la última semana los pronósticos cambiaron y las lluvias que aliviarían la situación comenzaron a aparecer, aún sin concretarse en el centro oeste del Midwest que es la zona más comprometida, pero el mercado reaccionó en consecuencia. Para las semanas venideras se esperan lluvias y temperaturas más bajas, favoreciendo el desarrollo de los cultivos, aunque no son más que pronósticos e iremos viendo si ocurren.
Por otro lado, el aceite de soja sufrió una gran caída este último tiempo, luego de tocar máximos históricos a principios de junio, arrastrando al poroto en la caída. El gobierno de Estados Unidos se encuentra en negociaciones con las refinerías y los importadores de combustibles, ya que deben afrontar grandes costos para cumplir con las leyes de corte con biocombustibles, debido a los elevados precios. La incertidumbre está en si el gobierno perdonará la deuda, en caso de suceder desincentivaría la demanda de soja para moler y alimentaría los stocks finales, dando un efecto bajista en precios.
El problema de los biocombustibles no es menor, ya que dependiendo de cómo sea la resolución del conflicto afectaría a la demanda de biodiesel como a la de etanol, y por ende al consumo de soja y maíz. La segunda posible opción en revisión es un estímulo económico del gobierno para que quienes no estén en condiciones de realizar el corte lo hagan, de esta forma no caería la demanda, pero se estaría volcando más dinero estatal, lo que nos hace tener en cuenta el tercer factor de la baja, el dólar.
Después de una fuerte devaluación del dólar en el bimestre Abril-Mayo, comenzó a apreciarse pesando sobre los commodities ya que con una moneda valiendo más el mercado pasa su atención a la moneda. Sumado a los factores de mercado con probabilidades de debilitarse, un dólar revaluándose ayuda a que el mercado haga una fuerte corrección.
No está tan clara la apreciación del dólar de acuerdo con lo explicado por la FED, Banco Central Estadounidense, en su último comunicado expresaron que no aumentarán la tasa de interés en el corto plazo y los ajustes vendrían sobre fines de 2023. Es decir, si los ajustes son en años venideros, ¿Por qué la revaluación se anticipa? Analistas consideran que el tipo de discurso de la FED dejó señales de posibles retoques en tasas en un plazo de tiempo no muy lejano por lo que fue eso lo que despertó al dólar.
Como condimento, el hecho de que los fondos especulativos estuvieran comprado en niveles elevados en términos históricos hizo que la salida masiva genere una pérdida más acentuada y veamos la máxima pérdida histórica diaria de soja en Chicago el jueves.
Como conclusión, los fundamentos que nos trajeron hasta los niveles máximos de precio son los mismo que hoy amenazan con quitarnos. Veremos donde realmente terminaremos ya que los factores que pesan sobre los precios son potenciales, lluvias que podrían venir en EE.UU. y mejorar los cultivos, incumplimiento de cortes obligatorios de biocombustibles y revaluación del dólar basada en aumento futuro de tasas estimado, todos están por confirmarse y el mercado irá operando por rumores.
De fondo, la situación sigue siendo de una ajustada hoja de balance y nada ha cambiado sustancialmente como para revertir el mercado, aunque el mercado intenta como siempre anticiparse y de ahí las pérdidas.
Ante la incertidumbre y la volatilidad del mercado, que nos hizo volver a recordar que hay que respetarlo, más que nunca reforzar la idea de tomar coberturas y quitarnos de encima parte del riesgo precio. Hoy los valores no son los que teníamos hace un mes, pero sin duda son mucho mayores a los que tuvimos años anteriores por lo que las coberturas flexibles resultan más que convenientes dejándonos pisos de precios competitivos y la posibilidad seguir subas en caso de que regresen.
Por Equipo de Análisis de FyO.com