Se estima una siembra triguera nacional de 6,7 M ha, 200 mil ha más que hace un año. Aunque por ahora se trata de un leve crecimiento en el área, Argentina podría superar por primera vez la valla de los 20 Mt si el clima no le juega en contra.
El trigo 2020/21 tiene el potencial de lograr una cosecha récord
Luego de dos campañas finas muy complejas en lo climático, la primera estimación de intención de siembra de trigo refleja que el productor quiere recuperar los quintales que le arrebató la falta de agua el año pasado. El área sembrada estimada para el nuevo ciclo es de 6,7 millones de ha, 200.000 ha más que el año pasado lo que resulta en un aumento interanual del 3%. De esta manera quedaría inmediatamente por debajo de la siembra del 2019/20 que marcó la máxima expansión del cereal con 6,8 M de ha implantadas. Con el nivel de tecnología que se aplicaría este año y si el clima no vuelve a ponerse en contra del cultivo, la cosecha podría superar los 20 Mt. De materializarse, se constituiría en una cosecha récord para la historia del cereal. El volumen estimado sale de tener en cuenta pérdidas de área en torno a los 200.000 ha y el rinde promedio nacional de los últimos 5 años: 31 qq/ha. Este promedio considera dos años malos (las últimas dos, con 28 a 29 quintales), una intermedia, (de poco menos de 31 qq/ha) y dos buenas, las del 2016/17 y 2017/18 con más 33 qq/ha. Por lo que es fácil ver que el trigo incluso bien podría superar los 21,5 Mt pero también que el escenario malo lo situaría en los 18 Mt. Las cartas que jueguen de acá en más las lluvias darán la respuesta.
¿Por qué a pesar del precio actual del trigo y de las adecuadas condiciones de humedad, Argentina solo sembraría un 3% más de trigo?
De la primera encuesta de intención de siembra triguera a nivel nacional aparecen algunas sombras que limitarían la expansión en este nuevo ciclo. En Buenos Aires el año pasado hubo marcas memorables: casi 40 qq/ha de promedio y una siembra de 2,8 M de ha para la provincia. Pero la cebada, que este año va a recuperar área de forma importante, y la falta de agua sobre el norte provincial estarían restándole al menos 250 mil ha. En Córdoba, en el este llovió más de 100 mm en la segunda semana de abril. Esa zona cuenta con los perfiles cargados de humedad y la situación es óptima para hacer trigo. Y parten con un potencial de alcanzar los 40 qq/ha. En esa zona hay una intención de sembrar entre un 15 y un 30% más de trigo. Pero en el resto de Córdoba se va a sembrar el mismo nivel del año pasado. Y el porqué de esto está en el maíz. La campaña 2020/21 que será récord de producción y de rinde en la provincia, ya encendió señales de entusiasmo y hay compras muy activas de precampaña para su próxima siembra. “Acá somos maiceros por excelencia, no trigueros. La nueva campaña (2021/22) no será del trigo. Lo que se va a sembrar más es maíz“, dicen los ingenieros. En Santa Fe habría un pequeño aumento de un 5%, en La Pampa, un 7% y en Chaco y Santiago del Estero una recuperación de área que plantea aumentos interanuales del orden del 30%.
¿Qué nivel de tecnología se usará en este ciclo?
No será mejor que el año pasado, pero tampoco peor. La forma de hacer trigo en Argentina ha cambiado desde hace 5 años y el salto tecnológico que dio el productor en el planteo del cultivo volverá a adoptarse en este ciclo. Los productores de la región central una vez más se plantean un nivel de fertilización para alcanzar rindes objetivos que van de los 40 a 55 qq/ha. Los niveles de fertilización serían muy similares a los del año pasado.
¿Cómo son las condiciones hídricas para la siembra de Argentina?
Hay ventajas y amenazas en el escenario actual. Lo primero que juega a favor es la gran oferta de agua que recibió el sur y el centro de la región pampeana el mes pasado. La Pampa y buena parte de Buenos Aires, este de Córdoba y el norte de Santa Fe, junto a Chaco y Santiago del Estero arrancan con condiciones que sobresalen al compararlas con la media histórica de los últimos 30 años. En esto hay una clara diferencia con respecto a lo que sucedía el año pasado, cuando a esta altura se cumplían casi dos meses sin lluvias importantes en Córdoba y en buena parte de Santa Fe y en el norte del país.
Esto es una gran ventaja, y está muy relacionado con las lluvias que se acumularon en la región pampeana durante abril. Los acumulados superaron en gran parte de la región pampeana las medias mensuales y repusieron los perfiles tras un verano marcado por la falta de agua.
Pero lo malo es mayo: con el cambio de circulación de aire más frío y seco, las precipitaciones pronosticadas para esta segunda semana no se han concretado. “Hay muchas zonas que necesitan entre 50 y 80 mm. En la primera quincena no habría nuevos aportes y las probabilidades juegan en contra para que lo que queda de mayo“, explica el Dr. Aiello. “Las condiciones del Pacifico Ecuatorial central no están afectando negativamente el régimen pluvial. La tendencia que muestra para lo que queda de mayo y el resto del trimestre frío es la de mantener el estado de neutralidad. Pero tampoco existen forzantes que aporten humedad adicional. Por lo tanto, al depender solo de los desarrollos regionales, la probabilidad estadística de que los sectores más afectados alcancen en lo que resta de mayo lo requerido es aproximadamente de un 15 a un 20%. Y los modelos de pronósticos no indican probabilidad de lluvias para la próxima semana“.
La producción de soja 2020/21 en 45 Mt y con algunas señales positivas
Sin contratiempos pero con mayor lentitud que el año pasado, la recolección de soja va por detrás de la campaña pasada en 20 puntos porcentuales. Hay algunos problemas logísticos, por ejemplo en el norte del país. Allí el uso de ciclos cada vez más cortos hace que se superponga su cosecha con la trilla del centro y norte de la región pampeana. “Los lotes están listos para ser levantados pero faltan máquinas y el atraso puede descontar kilos“, advierten los ingenieros en Chaco. El avance nacional de cosecha es del 65% y algunos resultados que se están viendo en los rindes de zonas de La Pampa, Córdoba y Santa Fe por encima de las expectativas podrían hacer posible un ajuste positivo en la producción cerca del cierre de la cosecha. Por ahora se mantienen los guarismos estimados en abril: un rinde nacional de 27,75 qq/ha y un área sembrada de 16,9 M ha. La soja ha tenido un duro año: las lluvias han sido muy acotadas, sobre todo en la región núcleo, y se estima un área pérdida, casi toda soja de segunda malograda por estrés termo hídrico, de 700 mil ha. Así y todo, y ya con más de la mitad cosechada, se afirma una producción nacional de 45 Mt.
Maíz: la cosecha va lenta, pero el rumbo sigue puesto en los 50 Mt
Se levantó poco más de la tercera parte, un 35%, y el retraso respecto al año pasado es de un 10%. En Córdoba no se llega a un 25% de cosecha; hay mucho maíz tardío (70%) y la cosecha se va a alargar hasta agosto. Pero las expectativas se mantienen muy altas, ya que Córdoba obtendría el mayor rinde de su historia y también su mayor cosecha. ¿Pueden mejorar aún más los resultados en la provincia? Habrá que esperar, pero los técnicos cordobeses no solo destacan los maíces tardíos, en muchas áreas hasta los maíces de segunda, los sembrados después del trigo, podrían alcanzar valores de 90 qq/ha. Por ahora, se mantienen los guarismos de abril. Esto es un rinde nacional de 78,6 qq/ha, un área sembrada de 7,36 M ha (de las que 1 millón no entrarían al circuito comercial) y una producción de 50 millones de toneladas a escala nacional.