Se estiman dos millones más de soja que los previstos en la proyección de diciembre, pero tambien 700 mil ha pérdidas por los excesos hídricos. Al sumar las 300 mil ha que no pudieron sembrarse, los temporales de lluvias de los últimos 3 meses se han cobrado 1 M ha de soja. El maíz va por un record de producción con 2,5 M más que lo estimado en enero.
En soja, a pesar de 1 M ha menos, se estima un 49% más de volumen que el año pasado Finalmente, de las 17,9 M de ha estimadas en diciembre de siembra se alcanzaron a implantar 17,6 M de ha. Pero a ese número deberá restársele 700 mil ha pérdidas por excesos, por lo que quedarían a cosecha 16,9 M de ha. Se estiman 226 mil ha pérdidas en Santa Fe, 211 mil en Buenos Aires, 119 mil en Córdoba y 101 mil ha en el norte Argentino. Entre lo que no se llegó a sembrar, y lo que fue implantado y luego malogrado, el temporal de lluvias excesivas, que viene prolongándose desde hace 3 meses, provocó una caída en el nivel del área a cosechar de 5,6 puntos sobre la siembra prevista en diciembre.
Pese a todo esto, la primera estimación de la oleaginosa hecha sobre la condición de los lotes muestra rindes optimistas. El estado de los cultivos de soja de primera eleva la vara de los rindes y permiten estimar un rinde promedio nacional de 30,8 qq/ha. Hay muchas dudas sobre las siembras de segunda que son las que encabezan las condiciones regulares y malas. En contraste con los excesos, en el SO bonaerense empieza a tomar protagonismo un pulso seco que mantiene sin lluvias a numerosos cuadros de soja desde hace casi un mes.
Santa Fe encabeza los rindes en soja, alcanzaría un promedio de 34,6 qq/ha En un escalón por debajo, les sigue Córdoba y Buenos Aires con 31,2 y 31,3 quintales respectivamente. Entre Ríos merece una mención especial. Tras el enorme golpe que sufrió la campaña pasada por la sequía, esta vez casi triplicará el volumen de soja que cosechará. Con una media de 28,8 quintales, el rinde tendría un aumento interanual de un 188%.
Se afirma campaña record para el maíz en Argentina Con un rinde record de 82,3 qq/ha a nivel nacional, se estima 46,5 M de Tn la producción de maíz 2018/19. Este año el volumen cosechado superará en un 45% al ciclo pasado. Es destacable el estado de los cultivos de Córdoba. Las expectativas provinciales van en suba, ascendiendo 5,4 quintales por sobre la marca del mes pasado, con 91,6 qq/ha. Entre Ríos sube 3 qq/ha, pasando a un nivel de rinde unitario de 75 qq/ha. En Buenos Aires, también se espera una mejor cifra con 2,5 quintales más. El rinde bonaerense trepa a 83,5 qq/ha. Santa Fe se mantiene liderando el pelotón, con 98,2 qq/ha, subiendo en este mes 1,7 quintales. En la región central los maíces de segunda, aceleran su desarrollo y mejoran sus condiciones tras las dificultades en la implantación. Todo esto permite mejores expectativas de la campaña, arrojando 2,5 millones de toneladas de producción más que hace un mes. Sin cambios en el hectareaje implantado, se mantienen los guarismos de siembra de 6,66 M de ha, y una superficie destinada a grano comercial de 5,66 M de ha.
Soja 2018/19
Llegó la tregua tras los fuertes embates de lluvias semanales y de grandes volúmenes de agua durante enero. Recientemente, un fuerte ingreso de aire más frío parece comenzar a moderar el nivel de las precipitaciones. De todas formas, las lluvias fueron las protagonistas indiscutidas desde fin de octubre. Una y otra vez golpearon sobre la región centro y en particular sobre el norte del país. La vuelta del buen tiempo fue oportunapara poner un freno a las pérdidas por anegamientos, la mayor problemática de esta campaña en soja.
En la primera semana de febrero, la alta demanda atmosférica junto a la activa evapotranspiración de los cultivos de soja temprana, ya avanzando en sus estadios reproductivos, predominó en el balance hídrico. De esta manera, disminuyó la presencia de agua en la superficie de los lotes; se pudo volver a entrar a los cuadros para los controles de malezas y plagas, y muy de a poco los niveles de las napas han ido cediendo. Plasmamos esta situación, mostrando la clasificación de humedad en los suelos de Argentina al 16 de enero, y con el escenario a la fecha presente.
De todas formas, esto ha tenido consecuencias muy serias para la campaña. Se estiman pérdidas de área sembrada asociadas a los excesos hídricos en torno a las 700 mil ha. Entre planes de siembra y re-siembras de soja de segunda que no ha sido posible realizar y las pérdidas de área por anegamientos totales y parciales de cuadros de sojas de primera se totalizan 1 M de ha. Por otro lado, condiciones opuestas acechan en sudoeste bonaerense. Allí, hace más de 20 días que no hay nuevas precipitaciones. La situación enciende la alarma por las condiciones de deterioro que avanza en los lotes.
Las últimas lluvias y sobre todo la más reciente, han tenido un comportamiento más moderado en las regiones vulnerables de la franja central. Pero en las últimas 48 horas hubo tormentas de consideración en el norte argentino.
Exceptuando los lotes afectados, en buena parte de la provincia de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires los cuadros de soja se encuentran en buenas a muy buenas condiciones, prevaleciendo un crecimiento activo. Los lotes más avanzados están transitando el llenado de semilla. Mientras se intensifican los controles de plagas y enfermedades, el resto comienza a transitar el período crítico sin mayores inconvenientes por las reservas de agua acumulada. Las sojas de segunda están en una situación más crítica, hay severos problemas de manchones sin plantas y gran cantidad de cuadros en condiciones regulares y malas en buena parte del este productivo de la región pampeana.
De todas maneras, en términos de rindes provinciales, las estimaciones muestran valores muy superiores a los que se alcanzaron en la campaña pasada. Buenos Aires alcanzaría los 31,2 quintales, mientras el año pasado promedió 21,3 qq/ha. Córdoba está prácticamente al mismo nivel, se estima para la soja 18/19 una marca de 31,3 qq/ha; el año pasado el guarismo era de 20,3. Santa Fe tras la sequía que condicionó la marca provincial, limitándola a 25,2 qq/ha, en cambio ahora, la oleaginosa se conduce a los 34,6 qq/ha.
En el norte los excesos hídricos han sido notables. El mes de enero termina con marcas de más de 300 mm sobre Santiago del Estero, o por encima de los 450 mm en Chaco, o más de 600 mm en el norte entrerriano. Las pérdidas siguen ajustándose; la soja de segunda de entre ríos ha sido muy perjudicada. En Chaco y Santiago del Estero se ha sembrado después de fecha y a falta de otra posibilidad, con aviones. Los cuadros en general están en etapas vegetativas, atrasados. A pesar de todo esto, si las lluvias no agravan más la situación, hay posibilidades que las provincias de Chaco y Santiago del Estero estén en sus niveles promedios de producción.
A diferencia del informe de diciembre enero en el que se trabajó con proyecciones en base a comportamientos históricos, ya es posible efectuar una estimación de rendimientos. Las condiciones bajo las cuales empezaron a definirse los rindes permiten estimar el rinde promedio en 30,8 qq/ha a nivel nacional. Sobre la base de una superficie no cosechable, que lamentablemente se destaca este año por alcanzar la cifra de 700 mil ha sobre una siembra de 17,6 M de ha. La producción de soja que podría obtenerse en la nueva temporada sería de 52 millones de toneladas.
Maíz 2018/19
Ajustes al alza en la estimación de febrero permiten subir en un 5,7% el volumen de la cosecha de grano comercial respecto del guarismo anterior (44 millones de toneladas). La campaña maicera 2018/19 alcanzaría con 46,5 millones de toneladas de producción, un nivel record de producción. El rinde nacional se ha estimado en 82,3 qq/ha, cuando la estimación previa era de 78,8 quintales. El número de producción se compone, por ende, de esa cifra de productividad unitaria y de un nivel de siembra de 6,66 M de ha y una superficie destinada a grano comercial de 5,66 M de ha.
Escapando de las típicas condiciones negativas de estrés hídrico que suelen dominar en enero, los maíces sembrados en fechas tradicionales cumplieron sus etapas finales sin limitantes hídricas en la región pampeana. De este modo se afirman las expectativas de rinde. Los maíces tardíos y de segunda, pese a los problemas en su implantación, mantienen altas tasa de crecimiento, con requerimientos en aumento por lo que serán necesarios nuevos aportes de agua. De todas maneras, prevalecen las muy buenas condiciones y no hay problemas importantes de enfermedades o plagas que inquieten. Aún es difícil estimar resultados productivos para los maíces de la segunda tanda, que se encuentran en floración o en etapas vegetativas. Por ahora, se espera un buen escenario productivo para los maíces tardíos. La asistencia de las lluvias será fundamental, a pesar de las buenas reservas de humedad en los suelos, para que cumplan sus etapas sin mayores limitantes.