MERCADOS

Argentina en vuelta previa para la gran carrera al 2030

Nuestro país inició la vuelta previa. En diciembre de 2015 puso en marcha motores. El próximo trienio es clave para estar en la pista principal.

Si bien en lo doméstico hay mucho por resolver y, al ciudadano común, los números macros no le interesan, el mundo empresarial vislumbra un horizonte de normalidad. A sabiendas que, esa simple normalidad en un país con excedentes de recursos naturales y una extraordiaria capacidad en recursos humanos, implica un éxito inminente.

El año 2020 puede ser el quiebre que ubique a nuestro país en un lugar que nunca debió haber abandonado. En 2020, seguramente, tendremos un segundo mandato de un gobierno normal. Para esa fecha el mundo habrá visto cinco años de acciones y gestiones confiables, de coincidencia de lo que se dice con lo que se hace. Habremos cumplido con la cuota Hilton, la 481, estaremos exportando carne a EEUU, Canadá, México, quizás Japón y Emiratos.

En dicha fecha, el agricultor ya no le dará uno de cada tres camiones de su producción, al fisco. Los trabajadores no tendrán que aportar para los helicópteros, autos de lujos y extravagancias de sus líderes sindicales .

El plan Belgrano estará en plena ejecución. Las energías renovables ocuparán el centro de la escena.

Pasó poco tiempo de aquel 10 de diciembre de 2015, apenas dos años. Nada de tiempo para la vida de una Nación. Es por ello que el 2020 es vuelta previa de la gran carrera que nuestro país inicia.

Es cierto que la gran mayoría tiene la vista en el corto plazo, y es razonable que así sea, ya que, en la vida de las personas, los tiempos son otros. Asimismo, y comprendiendo los reclamos del ciudadano y porque no de algún productor regional o algún empresario pyme, quiero decirles que me sumo a ustedes, pero con una salvedad, no dejo de informarme de la situación de Venezuela, fiel espejo de lo que nos hubiese ocurrido si no habría habido un cambio. Me adhiero al reclamo con mucha cautela, no por un silencio cómplice, sí por una racionalidad inteligente.

Alguien dijo, cuando me enojo con Macri: “pienso en Scioli y se me pasa”. Raúl Alfonsín, en el histórico discurso en la sociedad rural en 1988, exclamaba: “tengan cuidado con sus críticas” mientras aludía a la situación de la Alemania nazi, donde la liviandad de la queja abrió las puertas a Hitler.

Sin duda, Argentina inició un proceso de cambio que puede significar una transformación histórica. En nuestro país, desde Marcelo Torcuato de Alvear a la fecha, ningún gobierno no peronista pudo terminar su mandato. Simplemente, no es normal. En 2019, Dios mediante, el maleficio será historia.

Quizás, la vinculación al campo y la industria me hace tener una visión acotada sobre los otros sectores de alta importancia para el país, es por ello que me tomé el trabajo de informarme por medios neutrales y que puedan fundamentar cada afirmación.

A lo comprobado y expuesto, por pertenecer al sector agroindustrial, agrego visión sobre otras actividades sensibles para las personas y para las empresas. En lo que respecta a obra pública el presupuesto ya no será 50% para obra y 50% para corrupción, sino que la inversión ira donde corresponde, mejorando la calidad de vida de toda una nación.

En el área de la salud, los medicamentos se destinarán a los enfermos y no a los gremios para su reventa o adulteración. Los ciudadanos argentinos, todos, dejaremos de pagarle sobreprecios, sobornos, y demás a directivos de Radio Nacional, la televisión pública, biblioteca nacional, el programa 678, SENASA, entre otros. El juego ya no será monopolio de una sola persona para que se convierta en multimillonaria, y que pueda deberle al Estado, o sea al pueblo argentino, la sideral suma de 8.000 millones de pesos.

Obviamente, en la vuelta previa se reconoce el circuito y pienso, sinceramente, que el presidente está en ese proceso. Es cierto y es lógico que se cometan errores, pero la carrera es larga y la suma de aciertos es lo que hace la diferencia.

La administración y gestión de un país, una provincia, una ciudad o pueblo no difieren de una empresa. La idea es la misma, la meta y el objetivo también. Todas las organizaciones basan su sustentabilidad en tres pilares básicos. Los mismos deben ser viables en lo económico y financiero, de lo contrario, colapsan. Sean públicas o privadas, deben ser viables ambientalmente y deben contribuir al desarrollo social. Un presidente, gobernador o intendente, con aptitudes empresariales tiene un hándicap favorable que hace su mandato diferente. La oportunidad para la argentina es histórica y es única. Bienvenidos a la pista, la carrera va a empezar. Sugiero estar preparados.

Autor: Roberto Guercetti. Presidente/CEO Conecar