AGRICULTURA

Aapresid ya tiene su Red de Salud de Suelos

Materia orgánica del suelo.

Esta nueva Red de Aapresid, contribuye a prevenir y mitigar el deterioro de la estructura física de los suelos asociado a la maquinaria agrícola.

La estructura del suelo afecta directamente la sustentabilidad de los sistemas de producción y la productividad de los cultivos, ya que regula procesos clave como el ingreso y movimiento de agua, nutrientes, el crecimiento de raíces y la actividad biológica. Así, un suelo “saludable”, es capaz de cumplir con éstas y otras funciones, y mantenerlas de forma estable en el tiempo.

Sin embargo, a pesar de las ventajas de la Siembra Directa, en distintas regiones del país se advierten procesos de degradación de esta estructura, lo que se traduce en fenómenos como acidificación, pérdida de nutrientes y pérdida de materia orgánica o carbono en los suelos.

Estudiar en profundidad estos fenómenos y sus impactos es clave para conocer cómo prevenir o revertir la degradación de la estructura de los suelos: ¿Cuánto impacta esa estructura sobre los rendimientos y márgenes de los cultivos? ¿Se pueden corregir alteraciones a través de un manejo integral de suelos? ¿En cuánto tiempo? ¿Es posible hacerlo en forma rentable?

Para dar respuesta a estas preguntas, en el marco de una nueva edición de Agroactivael Programa Sistema Chacras de Aapresid, lanzó su nueva Red de Salud de Suelos, cuyo trabajo estará enfocado en la generación y transferencia de conocimiento y formación de recursos humanos para evitar el impacto de la maquinaria agrícola sobre la calidad funcional de la estructura, según características y manejo.

Los objetivos a los que responde esta red, giran en torno a: 1) Prevenir o mitigar el deterioro de la estructura del suelo por efecto del tránsito o por efecto del tipo de elemento de impacto (rodamientos, tren de siembra), 2) Transferir metodologías de diagnóstico y niveles de referencia para evaluar el estado de la salud física, 3) Cuantificar el impacto productivo y económico y 4) Conocer, evaluar y difundir la oferta tecnológica orientada a prevenir la degradación.

En este sentido, se espera alcanzar ciertos criterios y estrategias para disminuir el tránsito y selección del tipo de elemento de impacto, demandas y/o necesidades de modificaciones o desarrollo de nuevas tecnologías. Así también, un protocolo de diagnóstico del estado de la salud física del suelo y niveles de referencia, como productores/asesores capacitados en diagnóstico.

Otro de los resultados esperados, tienen que ver con la medición en el impacto de la compactación/densificación sobre la productividad de los cultivos y sistemas de producción, y la aplicación de nuevas tecnologías para la prevención o mitigación del deterioro de la estructura física.

En línea con esto, Lina Bosaz, Coordinadora Técnica de la Red, explicó que todo comenzará con un proceso de relevamiento de información y toma de datos, para luego comenzar a generar resultados. “Esperamos que a finales de este año y comienzos del que viene, podamos estar compartiendo algunos números. Paralelamente, se avanzará con los productos asociados a la formación de recursos humanos, brindando talleres de intercambio y jornadas de capacitación en lo relacionado a la densificación  y salud del suelo”.

Ya forman parte de esta red, las empresas John Deere, Metalfor, Volkswagen, Easy Agro y AGD-Experta.